- Es músico, enfermero, paramédico, guarda espalda. Su voz es cálida y su sonrisa carismática. Con 1.87 de estatura y una gran bondad, da vida de forma natural al peculiar personaje navideño. El es Osvaldo Romero
Con 1.87 de estatura y una gran bondad, da vida de forma natural al peculiar personaje Santa Claus. Esta Nochebuena llevó regalos y sonrisas a cientos de niños. Por poco y lo pasaba en el hospital. Un milagro le permitió cumplir con su trabajo.
Su voz cálida y bien educada le ha permitido cantar en restaurantes y llevar serenatas.
Su preparación como enfermero le ha dado la oportunidad de servir como paramédico voluntario.
Su perfil académico le abrió las puertas para servir como funcionario público en la Secretaría de Educación.
Su complexión física (alto y robusto) le brindó la ocasión de ser escolta de algunos políticos chiapanecos.
Pero es su carisma, su bondad natural la que le ha dado éxito al personificar a Santa Claus en la época navideña.
Cuando tuvo la idea de dar vida a este mítico personaje, hace tres años, lo pensó mucho. Es que el traje completo costaba más de tres mil pesos. “Pensé que no iba a recuperar ni lo del gasto, pero bendito Dios sí lo recuperé”, cuenta con voz afónica.
Es el mediodía de este lunes 25 de diciembre. Las calles de Tuxtla Gutiérrez lucen vacías, silenciosas, excepto el corazón de la capital chiapaneca que tiene algo de actividad comercial.
Mientras los padres de Osvaldo alistan el recalentado en la cocina, ataviado con el traje que usó horas antes en un rancho de Berriozábal, el Santa Claus chiapaneco cuenta que fue hermoso estar en ese lugar.
“Hubo muchos niños, felices con los regalos que recibieron”, dice, pero su felicidad mayor fue abrazar a Santa Claus, tomarse fotos con él, oír su singular carcajada y acariciar su barba blanca.
“¿Y tu trineo?”, le preguntaban los infantes a Santa Claus. Él no tuvo renos, por lo cual llegó a la fiesta en una motocicleta.
Desde que iba en la carretera los automovilistas le tomaban fotos y grababan videos.
Al llegar al retén policiaco de La Pochota, los policías se tomaron la foto con él, a la medianoche del domingo 24 de diciembre.
“Por poco lo pasaba en el hospital”, dice “Santa Claus”. Es que tiene una hernia inguinal estrangulada que le molesta mucho y ésta se atoró. Le apenaba quedar mal en el evento contratado y sobre todo, pensaba en el desencanto de los niños al no ver al personaje.
“Hice mi oración a Dios, le pedí que me echara la mano. Yo le he servido en retiros espirituales, he cantado en los encuentros de jóvenes y le supliqué que me diera la oportunidad de estar bien para poder ir a trabajar. Y me hizo el milagro”, dice agradecido.
Por eso a cada niño, a cada persona con quien tuvo contacto, Santa Claus les recordó que el mérito en estas fechas no es de papá Noel, sino de Dios el Creador y sustentador. “Que Jesús nazca en tu corazón”, les decía. Y los niños encantados decían que así sería.
Por su problema de salud, el Santa Claus chiapaneco no pudo cargar a los niños en sus brazos, pero los abrazó con mucho afecto.
En unos días el hombre que da vida al personaje, será intervenido quirúrgicamente. Pronto estará bien y ya podrá cargar a los niños, y se oirá fuerte su risa singular, y su voz cálida seguirá oyéndose en los restaurantes y serenatas, y sus hábiles manos seguirán ayudando como paramédico independiente.
El es Osvaldo Romero. Es músico, enfermero, paramédico, guarda espalda, Santa Claus… Es un gran ser humano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario