TUXTLA / Centro convertido en muladar

• Ciudadanos y comerciantes no respetan el día y hora de la recolección de basura, y la empresa encargada tampoco actúa al ver los cerros de desechos sólidos acumulados en las esquinas.

El Centro de Tuxtla Gutiérrez se ha convertido en un muladar, luego que ciudadanos y comerciantes no respetan el día y hora de la recolección de basura, y que la empresa encargada tampoco actúe al ver los cerros de desechos sólidos acumulados en las esquinas, creando focos de infección y dando mala imagen.

“Algunos lo sacaron desde el sábado en la noche, pero otros sacaron su basura hoy”, dijo el checador de una ruta de colectivos en la 1a Poniente y 8a Sur de la capital chiapaneca.

En esa esquina y otras aledañas (2a Poniente y 9a Sur, 1a Poniente y 6a Sur, entre otras) los montones de basura impedían el tránsito vehicular y peatonal.

Remigio Hernández, que tiene su venta de tacos  ambulante en la 6a Sur y 1a Poniente, dijo que la pestilencia y moscas por la basura acumulada y abandonada ahuyenta un poco a su clientela. “Algunos vienen por necesidad, pero es molesto y anti higiénico consumir la comida así”, reconoció.

En las otras esquinas, hay giros de comida, abarrotes y carnicería, lo cual hace necesario que se corrija este problema. Los ciudadanos no deben sacar su basura en días que no hay recolección. Cabe recordar que en el lado sur de la ciudad, el camión recolector pasa los días martes, jueves y sábado. En el lado norte los días lunes, miércoles y viernes.

“Si bien las personas no respetan el horario estipulado, la empresa Proactiva Veolia debe atender la denuncia ciudadana y la consecuente exigencia del Ayuntamiento capitalino de levantar los desechos aunque no corresponda el día y horario”, consideró Damian Martínez, empresario abarrotero de la 2a Poniente Sur.

Un mal común en las colonias de Tuxtla es dejar su basura en las esquinas o incluso a media calle, lo cual trastoca la vialidad, pero en el Centro esta medida es caótica. Por lo general vecinos y comerciantes deben esperar el toque de campana para sacar sus residuos.