SAN CRISTÓBAL / Golpeada, secuestrada, violada y prostituida

Fue a visitar a su hermana al Barrio Relicario, pero no la halló. En el camino de regreso ocurrió su tragedia.

María (seudónimo) nunca imaginó que ir a ver a su hermana la marcaría el resto de su vida. Sabía de la inseguridad en la colonia y gélida ciudad, pero cometió el error de creer que a ella no le pasaría. Fue golpeada, secuestrada, violada y prostituida.

Era alrededor de las 23:00 horas. María iba a la casa de su hermana en el Barrio Relicario, de San Cristóbal de Las Casas. La visita fue en vano. Su hermana no estaba en casa. Quizá debió haber llamado antes.

Cuando María regresaba a casa, al ir caminando sobre la Calle Quinta de los Pinos, entre 3ª de los Pinos y Boulevard Ignacio Allende, notó que era perseguida por dos hombres.

Lo último que sintió fue un golpe en la cabeza. Un día permaneció privada del conocimiento. Cuando recobró la conciencia, despertó en una casa abandonada.

El hombre que la golpeó y secuestró, Antonio "N", la amordazó. Hizo varias llamadas a distintas personas diciendo que tenía "la mercancía", "carne fresca". Al lugar llegaron varios hombres que violaron a María varias veces. Antonio les cobró por el servicio. Estaba prostituyendo a su víctima.

Antonio también violó a María en varias ocasiones. El lo hizo de distintas maneras. Alfredo "N" fue otro de los violadores identificados. Al parecer fueron Antonio y Alfredo quienes golpearon y secuestraron a María mientras caminaba en la vía pública.

María logró liberarse milagrosamente de su captor. Hizo su denuncia, la cual fue sustentada con declaración de la víctima, dictamen médico, valoración psicológica, estudio victimológico, inspección policial y dictamen químico.

Dos de los agresores identificados como Antonio "N" y Alfredo "N" fueron detenidos, vinculados a proceso y recientemente les dictaron sentencia de 12 años de prisión por violación agravada.

Vecinos de María ya no salen a la calle después de las 22:00 horas, menos dejan salir solas a sus esposas e hijas. "Las calles de San Cristóbal ya no son seguras. Da mucho miedo", aseguran.