Ella y su familia se aferran a la esperanza de recibir ayuda ciudadana y que ocurra un milagro.
El hombre se aferra con fuerza a la cama de madera. A su lado, su esposa acostada, también se aferra a la vida. Le diagnosticaron cáncer en etapa terminal, pero ella no se da por vencida. Su esposo tampoco: se aferran a la esperanza de un milagro, y esta vez claman por ayuda ciudadana. Les hace mucha falta recibir palabras de ánimo, medicinas, despensa o efectivo.
En una humilde casa ubicada sobre la calle Aguacate Manzana 42 Lote 10, de la colonia El Refugio, municipio de Chiapa de Corzo, una familia sufre lo indecible. La esposa y madre padece intensos dolores a causa del cáncer avanzado en su cuerpo.
Yolanda Pérez Díaz nunca pensó que este momento llegaría. Tenía una vida normal, feliz, con su esposo Pablo Gómez Sántiz, con quien se casó hace 24 años y procreó seis hijos. Su familia es su mayor tesoro. De pronto el cielo azul de su felicidad se nubló, empezaron los dolores. El diagnóstico fue fatal: el t3mido cánc3r había invadido su cuerpo.
Desde entonces han luchado contra viento y marea, van contra corriente; es difícil. Aunado al dolor físico de Yolanda está el dolor emocional y las limitantes económicas que esto implica.
Pablo se hace fuerte y trata de infundir fortaleza a la familia. Sentado a un lado de su esposa convaleciente, a un lado de la cama de madera hay una cama de fierro. Pablo quisiera tener la voluntad así, metálica, fuerte, de acero; pero es frágil, aunque hoy se hace fuerte.
La gente pasa por la calle Aguacate, a un lado de la humilde casa de la familia Gómez Pérez. Todos ignoran lo que ocurre tras la puerta y ventanas de color rojo. La vivienda de Yolanda y Pablo está entre avenida Álamo y Ciprés, de la colonia El Refugio. Como referencia, en la esquina se encuentra un alcantarillado y en la otra esquina el domo de la colonia. No está difícil llegar, lo difícil para muchos es levantarse y llevar ayuda a quien lo necesita. Por el momento nadie ha llegado.
"Sabemos que estos tiempos son difíciles, pero también sabemos que no hay nada imposible para Dios y para la gente de buen corazón", dice la familia. Así es. La esperanza muere el último y en el corazón de la familia Gómez Pérez hay esperanza de que más de uno, al enterarse de su situación a través de este medio, las fibras de su alma sean sensibles a la necesidad del prójimo y colaboren con un granito de arena.
Por eso amablemente nos comparten la historia de Yolanda, para visibilizar su apremiante necesidad de apoyo ciudadano y de las autoridades correspondientes.
Yolanda y su familia se enteraron de la tragedia de la familia Ruiz López. Vieron cómo Manuelito bajo al descanso a causa del cáncer terminal, y también vieron cómo la ciudadanía se volcó ayudando a la familia enlutada. Yolanda no se da por vencida. Su familia, tampoco.
Los días transcurren lentos para la familia Gómez Pérez, son días de intenso dolor y sufr1miento físico los que experimenta Yolanda. La 4ngustia y el pesar emocional es para toda la familia. Con impotencia y desesperación Pablo nota que los parches que su esposa utiliza para aliviar el d0lor, ya no le causan efecto.
Es por eso que se ruega a quienes de buen corazón gusten apoyar, para que ella pueda llevar un tratamiento paliativo y puedan sumarse a esta noble acción.
La enfermedad de Yolanda está avanzando debido a que ella no ha podido acudir a sus citas. No cuenta con seguro social, todo es por la vía particular. Los impedimentos para ir a las citas han sido por que ya no puede levantarse de su cama, por la falta de recursos económicos y también porque sus tratamientos son hasta Campeche.
Si usted desea apoyarla con sus medicamentos o con lo que pueda, les dejamos, en los comentarios, los nombres de los medicamentos y un número de cuenta para que usted decida de qué forma desea ayudar. Gracias por su ayuda. Dios les bendiga.
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