SCLC || Amador, taxista amoroso... humanista

Detuvo su taxi a medio camino para invitarle unos elotes a sus pasajeros, futuros médicos.

Se llama Amador, y vaya que hace honor a su nombre. Es una persona que ama su prójimo y lo demuestra con hechos, más que con palabras. Lleva el sustento diario a casa como trabajador del volante. Hoy llevó a San Cristóbal y regresó a Ixtapa, a estudiantes de Medicina.

Madrugaron para salir temprano de Ixtapa donde radican y estudien en la Universidad del Bienestar Benito Juárez García. Son juvenes y señoritas que estudian la carrera de Medicina Integral y Salud Comunitaria.

Como parte de su preparación, realizan sus prácticas en clínicas y hospitales de municipios aledaños a Ixtapa, como Bochil, Soyaló o Ixtapa mismo. Pero otros deben viajar a San Cristóbal de Las Casas.

Les ha tocado estar en áreas de pediatría, geriatría, traumatología, ginecología. Hoy el clima estaba fresco tanto en Ixtapa como en San Cristóbal. El termómetro marcaba 15 °C.

Amador es el taxista que los lleva a San Cristóbal y los regresa a ixtapa. Aun cuando los lugares donde hacen sus prácticas quedan lejos, él no les cobra un pasaje adicional, les cobra lo mismo, como si los llevara a la terminal. Es un gran ser humano.

Pero hoy sorprendió a las y los futuros galenos. Mientras regresaban por la carretera libre de cuota, se detuvo en un lugar donde venden elotes asados y hervidos. También hay bebidas calientes.

Sorpresivamente Amador les invitó un elote a cada uno de sus pasajeros. Las señoritas y los jóvenes, sorprendidos, pero agradecidos, aceptaron el buen detalle: tenían hambre y sentían frío. Casi todos son de escasos recursos económicos, la mayoría son de fuera, pagan renta, no cuentan con familia y dependen de su beca, pero aún no se las han otorgado desde hace varios meses.

Este gesto humano habla de lo que es Amador, más que un taxista, es un hombre altruista, humanista y solidario, que en cada ser humano mira a un prójimo al que puede ayudarle de alguna manera. Hoy tuvo la oportunidad y no la desperdició. Hizo felices a estos universitarios y, al hacerlo, teminó siendo feliz él mismo. Felicidades amigo Amador. Bendiciones.