- El atropello fue inesperado, pero afortunado. Su mente reaccionó veloz ante la ocasión y de la adversidad supo hacer un momento de oportunidad sin igual.
El atropello fue
inesperado, pero afortunado. Su mente reaccionó veloz ante la ocasión y de la
adversidad supo hacer un momento de oportunidad sin igual. Tirado, aplastado
por los jugadores, el fotógrafo siguió disparando y captó imágenes exclusivas,
a la vez que fue inspiración para que sus compañeros grabaran la imagen
inédita, como la misma victoria de Croacia.
El volcán de emociones
hizo erupción al caer el segundo gol. Los Croatas buscaron la victoria con
perseverancia y la paciencia, el esfuerzo fueron coronados con la miel de la
victoria. Inglaterra regresa a casa con el amargo de la hiel de le derrota.
Expectantes en el área
de Redacción, suspendimos el trabajo un momento. Conteniendo el aliento casi
todos, en espera del empate de Croacia (los más) y que no anotara (los menos),
el grito de euforia fue reprimido por temor al regaño de la patrona.
Tras el empate
llegaron los tiempos extras. Inglaterra jugaba sin garra, sin claridad,
esperando los penales. Croacia mostraba hambre y sed de victoria.
La gotita perseverante
logró perforar la roca defensiva de los ingleses y la magia de Mario Mandzukic fue
coronada con el segundo gol en el segundo tiempo extra.
El grito de júbilo
explotó en Rusia, en Croacia y… en México, país que sirvió de motivación a los
croatas, ojalá que su historia motive a los nuestros y en Qatar los emulemos.
En redacción reprimimos
una vez más el grito. Solo hubo sonrisas cómplices entre los que apoyábamos a
Croacia, un poco por la presidenta cuya imagen en la playa se hizo viral, otro
tanto por la garra con que el “caballo negro” del Mundial Rusia 2018 jugó de
principio a fin.
Tras la anotación
llegó lo inesperado. El anotador del gol se fue a celebrar frente a los
fotógrafos. Yuri Cortez, de AFP, cambió
rápidamente el lente angular por la cercanía de los jugadores.
Y cuando realizaba los
primeros disparos, los compañeros de Mandzukic, locos de felicidad, se lanzaron
sobre él, derribándolo. Lo primero que vino a mi mente y comenté a Jorge Lara
fue: “Seguro el fotógrafo siguió disparando”. Y así fue.
Sorpresivo fue el
atropello sobre los fotógrafos Y mientras unos se hicieron un lado, Yuri, aun
aplastado, siguió disparando. Logró captar imágenes únicas.
Sin pensarlo, el
hombre de prensa se convirtió en noticia. Y es que además de las fotos
logradas, sirvió de inspiración a sus compañeros. Domagoj Vida le dio un beso
en la frente a Yuri.
El éxito no estriba en
no caer, sino en no permanecer caído, y sobre todo en aprovechar el momento y hacer
de una aparente adversidad, un instante inigualable de oportunidad.
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