En la Mira / Héctor Estrada... Aún sin esclarecer el presunto megafraude al COBACH

Más allá del fin de la huelga en Dirección General y los boletines triunfalistas para engañar percepciones, la realidad es que el presunto megafraude cometido por el ex director general Jorge Enrique Hernández Bielma contra las jubilaciones de miles de trabajadores del Colegio de Bachilleres de Chiapas (COBACH) sigue sin esclarecerse y se encuentra aún muy lejos de resolverse por completo.

La idea difundida sobre la supuesta solución al problema dista mucho de la realidad. Los acuerdos alcanzados para reiniciar las actividades en Dirección General se limitaron al inicio de una investigación (auditoría) sobre el irregular procedimiento, la colocación de módulos de atención para trabajadores afectados y la corrección ante el SAT de los requerimientos por el pago de los impuestos.

La Dirección General del COBACH, a cargo de Guillermo Toledo Moguel, se comprometió a iniciar las “correcciones” ante el SAT de manera paulatina, plantel por plantel. Para las siguientes semanas las aclaraciones y correcciones ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT) para el el Plantel No. 1 deberán estar subsanadas. De lo contario, un nuevo estallamiento a huelga sería inminente.

Y no es para menos. Se trata de procedimientos irregulares cometidos contra alrededor de ocho mil trabajadores por un monto total que podría alcanzar los 500 millones de pesos o más. La Secretaría de Hacienda depositó en promedio entre 50 mil y 200 mil pesos por empleado. Dinero que habría llegado a las cuentas bancarias de Dirección General, pero nunca a las manos de los trabajadores.

En palabras simples, la administración de Jorge Enrique Hernández Bielma inició a escondidas los trámites de jubilación ante las autoridades hacendarias para miles de trabajadores, recibió el depósito de los pagos respectivos, pero nunca entregó el dinero correspondiente a cada uno de los beneficiarios.

Aunque los anómalos procedimientos iniciaron desde 2017, los trabajadores se percataron de dicha situación hasta que el SAT los notificó hace sólo unas semanas debido al incumplimiento en el pago de impuestos por dichos procesos de jubilación. La Dirección General a cargo de Guillermo Toledo Moguel había guardado silencio ante tan escandalosa estafa por más de cuatro meses.

Hoy miles de trabajadores esperan la “aclaración o corrección” del asunto ante la Secretaría de Hacienda y el SAT para evitar problemas en su futura jubilación real, sin embargo todavía hay muy poca certidumbre sobre el procedimiento. Son cientos las denuncias interpuestas por los afectados que esperan obtener respuestas convincentes sobre lo sucedido y entender a cabalidad cómo se habrá de resolver tremendo lío fiscal.

Lo cierto es que el único beneficiado por la prórroga brindada por los trabajadores afectados es el propio Guillermo Toledo. Las probabilidades de que el actual director general se mantenga en el cargo son realmente escasas y la transición terminaría por apartarlo del problema. Se trata pues de promesas o soluciones que ya no estaría obligado a cumplir, heredándoselas a la administración entrante.

Los trabajadores del Colegio de Bachilleres de Chiapas no pueden permitir caer en engaños y dilaciones convenientes. El presunto fraude a sus jubilaciones no es un asunto menor que debe resolverse de inmediato, esclareciendo a fondo lo sucedido y castigando a los responsables, sea quien sea… así las cosas.