ACCIDENTE / La cena quedó servida y se enfrió

• “Alístame la cena, amor”, le dijo Samuel a su esposa mientras viajaba en la unidad. Minutos después se produjo el fuerte impacto en que el joven perdió la vida.

La cena quedó servida y se enfrió sobre la mesa de madera. En la humilde casa de la Ribera Pacú, quedaron esperando al esposo y padre, la esposa e hijos. “Alístame la cena, amor”, le dijo Samuel a su esposa mientras viajaba en la unidad. Minutos después se produjo el fuerte impacto en que el joven perdió la vida.

El padre de Samuel intentaba pasar el cerco plástico que policías instalaron alrededor. “Déjalo pasar, es su papá, solo va reconocer el cuerpo”, insistían los curiosos presionando al perito de la Fiscalía General que solo cumplía con su deber impidiendo que nadie cruzara el área de acordonamiento.

Finalmente el hombre alto, de sombrero, de unos 62 años de edad, se acercó a la unidad destrozada, levantó la sábana y al ver el rostro meneó la cabeza. Era su hijo

Samuel Toalá Hernández, de 35 años de edad. “Apenas comenzaba a vivir. Dejó dos hijos, una nena y un varoncito”, dijo apesadumbrado el padre, mientras trataba de hallar una explicación al accidente.

“Desgraciado tráiler, no debía estar aquí”, dijo molesto y dolido. El padre se refería al tráiler marca Volvo, blanco, placa CW-57759, de Chiapas, que estaba sobre la orilla derecha, en el kilómetro 1+600, en la privada Cupapé.

La camioneta marca Nissan color negro, placas CV-50900, de Chiapas, circulaba de Terán hacia el nuevo libramiento sur, para luego enfilar a la Ribera Pacú. Conducía Heriberto Pérez Gumeta.

En la parte trasera de la góndola, llevaban tres cajas de cerveza. No es que fueran borrachos, sino que su trabajo es repartir cerveza y carpas para fiestas. Samuel era montacarguista en conocida empresa cervecera. La mercancía les sobró.

Al parecer un auto les cerró el paso y Heriberto maniobró hacia la derecha. El golpe más fuerte contra el tráiler estático lo recibió Samuel, quien seguía con vida antes de la llegada de los paramédicos.

Con mucha dificultad pudo abrirse paso la ambulancia 258, pues era hora “pico” y cientos de autos congestionaban la  vía Tuxtla-Emiliano Zapata.

Cuando finalmente arribaron los paramédicos, ya Samuel estaba sin signos vitales. Heriberto fue llevado grave al IMSS 5 de Mayo.

Bomberos arribaron en la unidad 12, con la “Quijada de la vida”, para liberar el cuerpo de Samuel que estaba prensado, pero ya de nada sirvió.

Durante más de dos horas la vía estuvo cerrada en el carril donde ocurrió el percance.

Finalmente, tras el arribo de los agentes periciales de Criminalística y  Forense de la Fiscalía General del estado,  el cadáver fue levantado y subido a la unidad marca Toyota tipo Hilux, blanca, placas CW-40855, de Chiapas, en el cual fue llevado al Servicio Médico Forense para la necropsia de rigor.