AYÚDEMOS / Belisario no puede abrir bien sus manos ni ver bien. Tú y yo sí. - El Centinela MX

NOTICIAS

Post Top Ad

¿Te interesa uno de nuestros espacios?

Post Top Ad

Anuncios

jueves, 22 de agosto de 2019

AYÚDEMOS / Belisario no puede abrir bien sus manos ni ver bien. Tú y yo sí.



  •  Veamos su necesidad y abramos corazón y manos para dar, para ayudarle, hoy.


El Centinela
Sus manos, permanentemente crispadas, lucen ampolladas y lastimadas. Esto porque se arrastraba, aquello porque intenta mover la silla de ruedas prestada… No puede caminar desde que enfermó de poliomielitis siendo apenas un recién nacido. Tampoco ve bien y le cuesta hablar. Pero él sonríe. Es feliz con la nueva familia que encontró: los choferes de colectivos del fraccionamiento Jardines del Grijalva. Tú y yo podemos completar la felicidad de Belisario, al tenderle una mano amiga.
- ¡Barrabás! Sale – Se oye un grito apagado. Los choferes
sonríen. Es Belisario que funge como el refuerzo de Damián, el checador, quien ha dado la instrucción al chofer, por lo cual éste acata y sale de la terminal ubicada en el bulevar Jardines del Grijalva, ubicada cerca del Parque La Rotonda, a un lado de una plaza comercial con casi todos los locales cerrados, abandonados.

Así, abandonado, luce Belisario, con una playera escolar de las que regaló el gobierno del estado pasado, y un pantalón deportivo color negro. Es lo más fácil de ponerse y quitarse cuando de ir al baño se trata. “Es una odisea. Batalla mucho el pobre”, dicen los choferes que se han convertido en sus hermanos desde hace un mes.
- Llegó arrastrándose para venir al parque y distraerse.
Explica Damián, quien es como el alma gemela de Belisario. “Es quien más lo ayuda, pasan mucho tiempo juntos, desde temprano hasta la noche”, coinciden los demás choferes. “Cuando se vaya Beli nos vamos a quedar tristes. Ya nos encariñamos con él”, dicen.

Es que se volvieron hermanos. Ellos le invitan a desayunar y a comer. Unos incluso le dan de comer en la boca, como un gesto de amor. “El Piojo’, quien sale en el video, es el que le gusta echarle la comida en la boca”, dicen sonrientes justo cuando el aludido aparece.
Otro grito se oye: “¡Malando!” Es Belisario de nuevo que le ordena a “Malandro”, otro chofer, que su tiempo de salir llegó. El chofer sonríe y sube a su colectivo y se va. Así desfilan los demás choferes, como “El Poblano”, el “Marlboro”, entre otros. Todos conocidos por su sobrenombre. Solo Damián y Beli, son llamados por sus nombres.
Belisario dice tener “viente” (20) años. Es que no puede hablar bien. Por eso dice que su apellido es Tantizo (Santizo) y que su mamá es Liza (Alicia. Da su apellido materno, pero omite el paterno porque su papá los abandonó.
Al ser cuestionado sobre su padecimiento, Belisario agacha la cabeza y triste dice que así nació. Es su madre, Alicia Santizo Sánchez, quien nos cuenta que son de la comunidad Palestina, municipio de Jaltenango. Vinieron a Tuxtla porque a Belisario le dio dengue y se puso muy mal. Está con tratamiento, pero debido a que no tienen recursos económicos la receta la surtieron con dinero prestado entre los choferes. Cada ampolleta cuesta 200 pesos.
También la silla de ruedas es prestada. Al preguntarle a Belisario qué necesita, responde sin dudar: “Sí, mi patía que me dan. Tengo bolio”, dice.
A Belisario le encanta la música. Por eso le consiguieron una pequeña bocina que funciona con una usb. Pero se descompuso. Damián lo va arreglar.
Belisario Ramírez Santizo tiene 31 años de edad. Pero él dice tener 20. Se cree y se ve más joven. Es que no se deprime ni se entristece por su condición. Ve el lado positivo de cada aspecto de la vida y vive feliz, a pesar de la adversidad.
“No fue casualidad que llegara arrastrándose hasta aquí”, dice un chofer, contento de poder apoyar a Belisario con lo poco que pueden. Le dieron ropa, con lo cual Belisario se puso muy feliz.
Así estaban de felices, Belisario y doña Alicia, su madre, cuando hace 21 años, les dijeron que operarían al niño, que en ese entonces tenía 10 años de edad. “Lo operaron en el DIF Chiapas. De vicio, quedó peor”, dice la mamá.
La charla termina. Los locales abandonados siguen cerrados, grafiteados. Los que no pueden seguir cerrados son el corazón y las manos de los que podemos ayudar. Abrámoslos, pues, para dar al que menos tiene. Belisario necesita una mano amiga.
PARA AYUDAR



Contactar a la señora Alicia Santizo Sánchez, al teléfono 9611156410, o acudir personalmente a la terminal de los colectivos en el bulevar Jardines del Grijalva, entre el Parque La Rotonda, parte baja, y el Oxxo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Post Top Ad

anuncios 2