Hubo algarabía comercial. Cientos de familias acudieron al Centro de la capital chiapaneca para comprar, comer y divertirse juntos.
Desdeñando el fuerte calor en el Centro de la capital chiapaneca, botarga y niños bailan celebrando la llegada de la primavera.
El hombre dentro de la botarga baila porque le pagan. Los niños, porque disfrutan el día de no clases. Y contagiados por la música y el baile de la botarga, lo acompañan mientras sus padres aprovechan el día de descuento en medicinas y abarrotan el local ubicado en 4a Sur y 1a Oriente.
Arroyos vehiculares y humanos en el corazón de Tuxtla provocan caos vial, pero también derrama económica. Las familias aprovechan para estrechar lazos afectivos comprando, comiendo y divirtiéndose juntos.
Comerciantes felices por el notorio repunte en sus ventas. Los que siguen sufriendo son los vendedores ambulantes. Hoy, los inspectores fiscales no descansan. No los dejan en paz. Y venden con un ojo al gato y otro al garabato. Sacan poca mercancía por si los agarran.
El día festivo, por el natalicio de don Benito Juárez, fue de fiesta para comerciantes, alumnos, padres y algunos policías del Centro. Hubo algarabía comercial y familiar.
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