TUXTLA Si Zapata viviera su cueriza creo les diera

Los del Mocri se manifestaron, con palos y tubos en la capital chiapaneca. Los comercios cerraron. Los manifestantes lo pensaron dos veces antes de vandalizar. 

"Zapata vive, la lucha sigue y sigue", se escucha que repite en voz baja Rebeca, ex habitante de la colonia Emiliano Zapata, aledaña al fraccionamiento Las Águilas. La colonia irregular fue invadida por gente del Mocri. Ahí, dicen, ni la policía entraba, pues salían sin armas y sin ropa. Así, al amparo de Zapata se han cometido atropellos, latrocinios, invasiones. Así fue en gobiernos pasados, hoy no más. Se aplica el Estado de Derecho. En este aniversario luctuoso de Emiliano Zapata, los del Mocri salieron a manifestarse con palos y tubos. Los comercios cerraron. Los manifestantes lo pensaron. Pasaron los tiempos cuando vandalizaban y quedaban impunes. 

Cada 10 de abril de cada año, en los sexenios anteriores se observaba a cientos de hombres, mujeres e incluso niños portando fierros, machetes y palos. Salían así a la calle, según para manifestarse conforme a su derecho, pero tapaban vías, dañaban autos y comercios, saqueaban mercancías y nadie los castigaba. 

Fue en gobiernos anteriores al 2018 cuando incluso se los premiaba y equipaba para utilizarlos como grupos de choque. El Mocri fue un monstruo creado y posteriormente se salió de control. 

Pero llegado el gobierno de Rutilio Escandón Cadenas, con Jorge Luis Llaven Abarca frente a la Fiscalía General del Estado se aplicó el Estado de Derecho y se recuperaron todas las tierras que habían sido invadidas por gente del Mocri. 

Rebeca formó parte del grupo de invasores. Estuvo antes en la colonia Emiliano Zapata, después se fue al predio denominado San Andrés, municipio de Berriozábal, pero al adherirse a una iglesia evangélica entendió que su accionar estaba mal. Dejó de invadir tierras en nombre de Zapata. Sus líderes le decían que "la tierra es de quien la trabaja" y con ese pretexto despojaban a otros, a grandes terratenientes. Los lotes invadidos eran vendidos a otras personas y se quedaban con un predio para habitarlo. 

Rebeca se dio cuenta que estaba mal, que eso era un robo, así que decidió ya no participar de esas acciones. Como consecuencia fue expulsada. Ahora vive al norte oriente de la capital chiapaneca, en una pequeña galera donde sufre carencias, pero es feliz porque vive de acuerdo a sus principios y valores. "Zapata no haría esto", dice Rebeca. 

El 10 de abril se conmemora el aniversario luctuoso de Emiliano Zapata Salazar, que falleció en el año de 1919, en Chinameca, Morelos. Fue uno de los líderes militares y campesinos más importantes de la Revolución Mexicana y un símbolo de la resistencia campesina en México.

También conocido como el “Caudillo del Sur”, estuvo al mando del Ejército Libertador del Sur. Fue ideólogo e impulsor de las luchas sociales y las demandas agraristas, así como de justicia social, libertad, igualdad, democracia social, propiedad comunal de las tierras y el respeto a las comunidades indígenas, campesinas y obreras de México.

En el nombre de Zapata se siguen cometiendo injusticias e invasiones. En Chiapas, Rebeca no participa más de eso.