TUXTLA / De Trinidad y Tobago a Chiapas

Paul Mackenzi voló 24 horas de ida y 24 de vuelta. Vino a Tuxtla Gutiérrez a decir "El Cielo te espera". 

Paul Mackenzi voló 24 horas desde Trinidad y Tobago para estar en Chiapas y decirle a las chiapanecas y los chiapanecos "el cielo te espera", durante la campaña evangelística del mismo nombre. Para regresar fue una odisea: dos veces se cancelaron sus vuelos, por fin llegó y se llevó a Chiapas en el corazón. Conoció los lugares turísticos, probó su gastronomía... ahora extraña a Chiapas y a los chiapanecos. 

Fueron cinco vuelos que duraron 24 horas, los que tomó para viajar de Trinidad y Tobago hasta Tuxtla Gutiérrez. El pastor Paul Mackenzi, departamental de la Unión del Caribe, junto a otros dirigentes de la Iglesia Adventista del Séptimo Día llegaron a la Unión Mexicana de Chiapas para disertar conferencias evangelísticas, donde miles se congregaron y miles se bautizaron al saber que el cielo los espera, que hay un lugar para ellos en el cielo y también en la iglesia, aquí en la tierra.

Con la ayuda de Heber David Sosa Tamayo, como traductor, el pastor Paul Mackenzi (que habla inglés) compartió mensajes inspiradores que despertaron conciencias, sensibilizaron corazones y llevaron a tomar decisiones para la eternidad.

Hospedados en el hotel Hilton Garden, los predicadores eran trasladados a sus respectivas Iglesias cada noche y luego regresaban a donde se hospedaron. Un reto para muchos fue la comida. De hecho como bienvenida les dieron un buffet de comida mexicana en el salón aledaño al centro de Expo Convenciones Chiapas.

El pastor Mackenzi tuvo el honor de probar la comida de la hermana Mariela, de Leonardo y Leyvi, pero fue el platillo de Leonardo que volvió "loca su boca", según reconoció públicamente el predicador. 

Durante su estancia, varios acompañaron a Mackenzi para visitar algunos sitios turísticos de Chiapas. Fueron 7 días de estancia durante los cuales, en sus ratos libres, pudo conocer el Cañón del Sumidero, Cascadas de Chiflón, San Cristóbal, Rancho Nuevo, y por supuesto el zoológico Miguel Álvarez del Toro. Mackenzi no se sorprendió mucho con los jaguares, pues donde vive abundan, pero sí se sorprendió con el cocodrilo de 4 metros que se exhibe en el ZooMAT.

Dijo sentirse cansado por la altura, pero cuando estaba aclimatándose tuvo que regresar. "Estoy triste por la despedida, los voy a extrañar", dijo al despedirse. Y cuando todo parecía normal para regresar a casa, surgió el primer impedimento, se canceló el primer vuelo de México a Colombia. Tuvo que esperar 24 horas para el nuevo vuelo a las 2:00 de la mañana. Lamentablemente una vez más este vuelo fue cancelado y otras 24 horas de espera para poder salir a las 2 de la mañana el día siguiente. 48 horas de espera en la Ciudad de México fue una experiencia difícil, pero el pastor pidió las oraciones de los feligreses, su fe y su paciencia fueron probadas, y esta incidencia fue un factor de unidad y oración para la iglesia que aprecia al pastor Mackenzi.

Por fin pudo abordar el primer vuelo y recién llegó a Guyana, cerca de Trinidad y Tobago, envió un mensaje agradeciendo a la iglesia por sus oraciones. Por fin llegó a Trinidad y Tobago, a casa, y el mensaje vía WhatsApp decía "I'm home safe and sound" (sano y salvo en casa).

El pastor Mackenzi se sorprendió de saber que en Chiapas está la comunidad que consume más Coca-cola en el mundo. Él no toma Coca-cola ni café, dijo. Más se sorprendió al saber que para pedir la mano de una muchacha en estas comunidades de Chiapas, hay que llevar rejas de refresco de cola. 

Se fue aprendiendo algunas palabras en español como "Hola, hermanos buenas noches". "Gracias", "rica comida". "Me gusta el pozol". Y "qué chido". También sabe decir "mi amor dame un beso" y "me llamo Pablo". 

De recuerdo se llevó varios objetos de Chiapas, los pocos que permiten subir al avión. Lo que no le pudieron impedir subirlo y llevarlo consigo, en su mente y corazón, fueron los momentos vividos en Tuxtla Gutiérrez y en los rincones más hermosos de Chiapas. Esos, Mackenzi los atesora en su corazón. Ahora, parte de Chiapas está en Trinidad y Tobago con el pastor Mackenzi. A él, a ti y a todos, el Cielo nos espera. Tienes que ir.