LOCALIZAN CUERPO PERDIDO CON TRADICIÓN ANCESTRAL
Una intensa y coordinada labor de búsqueda fue realizada por la Marina, el personal de Protección Civil del municipio de Tempoal, Veracruz, quienes unieron esfuerzos para localizar el cuerpo de José Guadalupe, desaparecido en las aguas de la presa del Jagüey Tametate.
Lo que llamó poderosamente la atención durante el rescate fue un hecho que, para muchos, no puede explicarse sólo con lógica. A las 2:00 de la madrugada, el tío de José colocó sobre el agua una pequeña tabla con una vela encendida, como parte de una tradición ancestral utilizada en casos de desaparición en cuerpos de agua.
La tabla, contra todo pronóstico, flotó sin apagarse y se desplazó lentamente por la superficie, deteniéndose media hora después, exactamente a las 2:30, en un punto específico del embalse. Horas más tarde, ese mismo lugar coincidió con el sitio exacto donde fue hallado el cu3rpo de José, alrededor de las 18:30 horas. Para los rescatistas, la vela sirvió como una especie de guía silenciosa, una señal que reforzó su intuición y los ayudó a enfocar los esfuerzos en ese punto clave.
Esta práctica, profundamente arraigada en algunas comunidades, ha sido utilizada por generaciones como una forma de buscar respuestas cuando la lógica parece insuficiente. Algunos la consideran una técnica ancestral, otros un acto espiritual o místico, pero muchos rescatistas reconocen que, en momentos de desesperación, cualquier ayuda, sea terrenal o espiritual, puede marcar la diferencia.
Más allá de lo inexplicable, lo cierto es que la fe, la esperanza y la solidaridad se entrelazaron esa noche, en un acto que logró dar paz a una familia y cerrar un ciclo de dolor
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