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domingo, 17 de agosto de 2025

SCLC / Mayas auténticos... Y falsos

En el Centro Histórico de San Cristóbal de Las Casas, abundan los vendedores de artesanías. Unos son originales, otros, no.




"Mi abuelo y mi padre me heredaron este oficio", dice el vendedor de artesanías mayas. Ofreció su producto a un turista nacional, éste le dijo que luego se verían, buscaba una dirección. El vendedor maya lo orientó amable y gratuitamente. "Vas a caminar recto tres cuadras, y de ahí doblas a la derecha", le dice. El turista promete regresar. "Claro, si te animas aquí estaré para servirte", le dice.

Un grupo de mujeres también vende artesanías en el parque del Centro Histórico de San Cristóbal de Las Casas. Tienen camisas, vestidos, blusas, chales, rebozos. Dos policías de turismo adscritos a la Secretaría de Seguridad del Pueblo observan a prudente distancia. Su patrulla y unos cuantos vehículos de visitantes son privilegiados de poder estacionarse en el lugar aledaño  a la catedral de la gélida ciudad.




El joven vendedor maya es acompañado por dos adolescentes que visten túnica blanca de manta, chanclas de plástico color negro y llevan calcetas (tines) puestos.

"Algo que apoyes la selva", le dice El vendedor maya al reportero cuando enfoca la cámara hacia él.

"¿Eres de Palenque?", pregunta el reportero. "No, de Bonampak", asegura. "Algo que apoyes por la grabación", insiste. Quiere cobrar por dejarse grabar; todo es negocio en ese lugar.

"Venimos a transmitir, ahorita vamos a dar una vueltecita y ahorita vamos a ver cómo le hacemos", agrega el reportero. Incrédulo, el vendedor mira el teléfono y al ver la pantalla comprueba que es una transmisión en vivo. Están haciendo promoción a San Cristóbal, y de paso a ellos como vendedores.



"Ah, esto es un experimento para que vengan más visitantes", dice el lacandón. "¿De dónde eres?", pregunta. "De Tuxtla", le dice el reportero, y sin que le pregunte nada el vendedor maya empieza a decir quién es él y lo que hace.

"Yo me transporto, de Bonampak hacia acá hago 9 horas y media", dice. "Me llamo Yuk la kin. Yuk es venado, mi nombre significa casa sol del venado. Hablo maya. Lo más interesante de Bonampak son las estelas, los tres cuartos, la pintura rupestre, cascadas, manantiales. Llegando a la selva está la comunidad, el campamento, Chansayab Lacanjá".



"Todo esto es de la naturaleza", dice mostrando sus artículos de platanillo, semilla de la ceiba, ámbar silvestre, colorín, atrapasueño, árbol de la vida, entre otros. Luce bonito, sirven como adorno y tienen otros beneficios. Tienen su significado. "Depende para qué lo quieres, trae su ritual, curado y bendecido. Si lo curo le hago su oración en español, viene de la naturaleza", agrega.

Le pregunta sobre los precios y dice que varían. El más económico cuesta 150 pesos. "Lleva tiempo, es ámbar silvestre,  da cada año, si este año da mucho, tarda 10 años en que vuelva a dar. Cuesta subir al árbol, bajarlo, lavar la cáscara y a veces da comezón en la cara. Curarlo, perforarlo cuesta. Las plumas son recolectables de los animales, ésta  es pluma de guacamaya, no se mata el ave, se tiene que esperar que caiga sola, hay que buscar la misma pieza y que coincida con las otras, esta pluma es de loro, con semilla de palo mulato, ojo de venado... lleva tiempo", insiste.

El vendedor Maya lamenta que muchos regatean el precio porque lo ven elevado, no lo valoran, lo quieren más barato. Cuando esto sucede el vendedor Maya, un poco firme y molesto, le dice al cliente que  intente perforar la semilla con una broca, "te vas a lastimar la mano", dice.

Se despide del reportero. "Aquí voy a andar", le dice. Y sigue su recorrido por el Centro Histórico en busca de clientes.




Se ve original, aunque hay algunos que en efecto no parecen lacandones, no tienen el cabello largo, ni el acento, ni las facciones. Uno de ellos, sentado en una banca, observa a una niña que viste tenis, pantalón y chamarra, como una niña de San Cristóbal. Su madre, una joven también vestida normal, con tenis, está en la banca y junto a ella está el joven vendedor, al parecer es el padre de la niña y el esposo de la joven. Éste no parece un lacandón original. A este tipo de personas se refieren los comentarios durante la transmisión.

"Mucho cuidado con esos lacandones clonados, son unos estafadores tranzas", dice alguien en el comentario de la transmisión.

"Dicen ser lacandones, pero no son, deberían de meterlos presos por decir ser lacandones, son de San Cristóbal, estafan a la gente, venden artículos chinos", dice alguien más.

Siempre habrá original e imitación, verdadero y falso, auténtico y charlatán. Yuk la kin se ve original. A las pruebas se remite. Tenga cuidado con las imitaciones. 

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