EDUCACIÓN / Escuela “Mosaga" no suspendió clases tras sismo

Por “mil y un razones” la escuela “Mosaga” es diferente a las demás. Rodeada de exuberante vegetación, con un manantial, un criadero de peces, una rampa de emergencia por sismo y un operativo mochila cotidiano. Fue una de las pocas escuelas que no suspendió un solo día de clases tras el sismo del 7 de septiembre.

Los abundantes árboles parecen danzar de gusto con el vaivén del viento. Oxigenan los pulmones de los alumnos que felices regresan a sus salones tras el ejercicio. las clases acaban. La puerta se abre y se van cargando mochilas y nuevos conocimientos.

Ante la ausencia del director de la escuela Moisés Saenz Garza, Carlos Antonio Martínez Albores, es la profesora de grupo  Alicia Chacón Moreno quien nos da la entrevista.

Cobijados por la fresca sombra de un Almendro, ella nos muestra la rampa de emergencia por sismo. Lleva a la cancha, el punto de reunión.

Luego mira hacia el poniente, donde nace un manantial. El agua forma un estanque donde los alumnos voluntariamente siembran sus peces, los alimentan. “No es par consumo”, dice la profesora sonriente.

Tampoco lo son los demás animales (ardillas, chachalacas, iguanas, entre otros) que llegan a la escuela atraídos por la rica vegetación.

Al citar que la Mosaga fue una de las pocas, sino es que la única escuela que no suspendió clases tras el sismo, la profesora invita a los que no tengan clases a que se integran a este plantel.

La inscripción es muy barata. Hay cupo en ambos turnos que aglomeran unos 800 estudiantes.

Dice la docente que ella junto a 14 compañeros son basificados, pero unos 22 son interinos, incluyendo al director y subdirector. Se fueron por “temor a que perdieran la vida, debido a que Inifech dijo que la escuela era de alto riesgo”.

Fue con este pretexto que los quisieron desalojar, pero no se dejaron. Padres de familia se mostraron solidarios. Liderados por Gregorio Alegría Torres, formaron un cerco humano irrompible que hasta la fecha sigue. Y salvaron su escuela.

Ahora apoyan a los interinos que aún no les pagan su salario. “Según será este 15 de noviembre el pago, pero si no es así, habrá el respaldo”, dice la profesora.

Los alumnos de la mañana se van y llegan los de la tarde. el portón sigue abierto, literalmente. Y aunque se cierra a la salida del reportero, sigue abierta para los que gusten inscribir a su hijos. Hay “mil y un razones” para hacerlo.