LA POCHOTA / Trailero enlutó al hogar de Karlita y a toda la colonia

• El chofer dijo al principio que se le fueron los frenos.  Luego enmendó. Ya están identificados dos cuerpos más. Son Lidia Rosales y Guillermo Posadas. La pequeña Belén López Posadas (9 años) iba con ellos.

La irresponsabilidad de un trailero enlutó a varios hogares de Tuxtla. Uno de ellos el de Karlita, que perdió a sus abuelitos, y  tiene grave a su hermanita Belén. El chofer dijo al principio que se le fueron los frenos.  Fuentes oficiales corroboraron que se quedó dormido. De todos modos fue su culpa y el dolor no puede ser reparado ni con mil años de cárcel.

Karlita llegó desconsolada a casa de sus vecinos en el fraccionamiento Los Olivos, al sur oriente de Tuxtla Gutiérrez. Comenzó a llorar, sin poder articular palabra. Estuvo a punto de desvanecerse por falta de oxígeno.

Un poco repuesta, la menor de 13 años narró que acababan de identificar a dos de los tres muertos no identificados en el trágico accidente de La Pochota. Entre los autos embestidos estaba el coche rojo en que viajaban sus abuelitos Lidia Rosales y Guillermo Posada, así como su hermanita Belén López Posadas, de 9 años.

La familia retornaba de Berriozábal. Lidia soñó dos días antes que la casa de su hija Mónica, ubicada en Ciudad Maya, de Berriozábal, había sido saqueada. Así que fue con su esposo para ver que todo estuviera bien.

Fue al entrar a Tuxtla en La Pochota cuando el auto compacto rojo de la familia Posada Rosales fue embestido, arrastrado y sacado del camino por el tráiler de doble remolque cargado con más de 40 toneladas de alimento para el DIF. El coche chocó contra un poste de concreto y tras derribarlo y partirlo le cayó encima.

La pareja quedó atrapada. La muerte de ambos fue instantánea.

“Ya lo presentía mi abuelita una semana antes. Andaba triste y temerosa de la muerte. Decía que no quería morir. Y comenzó a hacer preparativos con sus papeles y a recomendarnos con quién íbamos a quedar”, dijo llorosa Karlita, que se quedó en casa porque su abuelita no quiso que fuera. “Dijo que no quería hacerme daño, pero no lo entendí. Ahora lo entiendo”, dijo la menor de 13 años.

La colonia entera se consternó al enterarse recién a las 21:00 horas de este miércoles, casi siete horas después de la tragedia. Es que tres cuerpos no estaban identificados. Ahora solo resta uno por identificar.

Los colonos comenzaron a dar vueltas para ayudar a Vicky, la mamá de Karlita y Belén, esta última de nueve años, internada en el Gómez Maza, donde será intervenida quirúrgicamente este jueves. Tiene una pierna destrozada.

Más destrozada está la familia con la triste noticia. Mónica vive en Tapachula y viene en camino. Vicky cuida de Belén y un hermano más que también está ya en Tuxtla.