CAÑÓN DEL SUMIDERO / Sitio “obligado” para visitar en vacaciones

El Cañón del Sumidero es uno de los más visitados en estas vacaciones por turistas extranjeros, nacionales y locales. El promedio de visitantes es 40 por ciento de Chiapas, 30 por ciento del país y el 30 por ciento restante son internacionales.

Mauricio López, el guía de turistas, invita al grupo a posar para la foto del recuerdo. La mayoría de los 30 viene de Utah, Estados Unidos. Denisse Christield, dice que es impresionante el Cañón del Sumidero: Están en la parte más alta del mirador Los Chiapas.

Un poco nerviosa por el vértigo, se aferra de su compañera y con miedo se recarga en el muro mientras toman la foto.   Es la segunda vez que viene a Chiapas y al majestuoso Cañón. “Es imposible venir a México y no visitar este lugar”,   dice visiblemente feliz.

Cristina y Enrique, una pareja de españoles, vienen de Madrid. Felices, pero apurados, apenas observan durante dos minutos en cada parada. Parados en el mirador La Coyota, comentan que ya una vez perdieron su vuelo, por eso se apuran.

Ellos dos pagaron a un guía con una unidad de turismo de lujo (Urvan). “Ojalá que el vuelo no se demore”, dicen. Pero luego cambiarán de opinión porque al regresar se toparán con la Calzada al Sumidero congestionada a la altura de las Granjas y Kilómetro 4, por la venta en la vía pública.

Charlotte Hermans y Patrick Steven vienen de Bélgica. Su unidad (de lujo también solo para los dos) se detiene en la caseta del mirador El Roblar. El estacionamiento es pequeño, apenas para cuatro autos y está lleno. Así que se estacionan atrás de los coches, impidiendo la salida de los que ya desean irse por terminar el recorrido.

Para acudir al mirador El Roblar hay que caminar un kilómetro (de ida y vuelta) un sendero tapizado de grava triturada.  Los belgas disfrutan la caminata y el paisaje y se dicen felices. Solo les preocupa que encerraron los coches de otros paseantes y bromean con su guía: “No nos vayan a acusar de secuestro exprés”, dicen sonrientes y jadeantes por la caminata.

El mirador Tepehuaje y La Ceiba lucen llenos por familias que llegan a desayunar o comer con una vista inigualable.

El recorrido de 17.5 kilómetros termina con el mirador Los Chiapas. Ahí el estacionamiento es más amplio. Hay exposición fotográfica, tienda de souvenir, restaurantes. La mayoría se detiene un poco más allí.

Según datos de la caseta de cobro (el costo es de 34 pesos por persona), el promedio de visitantes es de unas 500 personas al día. De éstos, el 40 por ciento es de Chiapas, 30 por ciento del país y el 30 por ciento son internacionales.