BARRIO HIDALGO / Velador de taller muere dentro de auto

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• Guillermo Hidalgo Caballero, de unos 62 años de edad,  tenía más de cuatro años trabajando como velador de dos talleres. Solo en uno le pagaban. Vecinos consensan su inhumación, pues el extinto no tiene familiares en Tuxtla.

El velador de dos talleres fue encontrado sin vida al interior de uno de los autos, donde pasó su última noche. El dueño de uno de los locales negó que Guillermo trabajara ahí. Vecinos refutaron la versión y confirmaron que el extinto hombre llevaba cuatro años laborando. No era indigente, pero tampoco tenía familia en Tuxtla, se dijo.  El cadáver fue llevado al Semefo. Los vecinos lloraron su partida y consensaron sobre la inhumación.

Uno de los policías que arribó al lugar, tomó un cartón y lo colocó en la malla del taller ubicado en la 16 Oriente, entre 1ª y 2ª Norte de Tuxtla. Es que el auto marca Nissan tipo March, color rojo, donde yacía el cuerpo sin vida de Guillermo, estaba cerca de la acera y por respeto debía cubrirse de la vista de los curiosos.

En la entrevista con Salvador Roque Cruz, encargado del taller, se dijo que la víctima no trabajaba ahí,  “solo le damos alojo”, indicaron a los oficiales.

Sin embargo dos jovencitas, y luego la profesora Magda Edith Concha Díaz, vecina del citado taller, desmintieron esta versión. Confirmaron que Guillermo Hidalgo Caballero, de unos 62 años de edad,  tenía unos cuatro años trabajando como velador de los dos talleres (uno es de hojalatería y pintura y otro de reparación de radiadores).

“Solo uno de los dos dueños le pagaba, 250 pesos semanales. Al principio yo le cobraba la comida a Memito, pero al ver que ya no le pagaban le regalaba el alimento e incluso le daba 100  pesos de vez en cuando”, narró Magda.

Por eso, y por el cariño mutuo que se tenían, Guillermo nombró beneficiaria a Magda de una cuenta de Coopel que abrió, pero que no tenía mucho ahorrado. “Sus dos hijos viven lejos (Estados Unidos y Monterrey), nunca dijo cómo se llamaban”, agregó Magda.

De vez en cuando, Guillermo se iba a las 11:00 horas para apoyar en el manejo de un auto a Arnulfo y Amalia, quienes viven en el fraccionamiento Las Arboledas, de Tuxtla Gutiérrez. “Ellos tienen dinero, deben apoyar”, dijo Magda.

Los vecinos que se reunieron para llorar el deceso de Guillermo, recordaron que platicaba con ellos hasta muy tarde de la noche. “Era muy amable, respetuoso, educado. Lo vimos triste hace tres días y preguntaba si ya iba acabar la Fiesta Grande, porque no pudo ir”, contaron.

Al ver que Guillermo no tiene familiares en Tuxtla y que si nadie reclama el cadáver se irá a la fosa común, los vecinos acordaron apoyar. También el dueño del taller finalmente decidió apoyar.

El cuerpo sin vida de Guillermo fue llevado al Semefo para realizarle la necropsia obligatoria que estipula la ley. Ahí estará en espera de que lo reclamen para darle la  cristiana sepultura.