SAN FRANCISCO / Degollado en su local comercial

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• ·     José Luis Avendaño López, de 50 años, quiso huir para evitar el robo, pero fue herido en el cuello por uno de los tres facinerosos.

Cerraría en minutos su local y un robo con violencia cerró el ciclo de su existencia. El martes fue fatídico para José Luis y su familia. También lo fue para otro hogar donde uno de sus miembros fue muerto y semicalcinado. La violencia va subiendo de tono con cada ilícito perpetrado.

Saber de una mujer que mientras se bañaba fue asaltada dentro de su vivienda, en el fraccionamiento La Salle, luego que de una patada abrieran la puerta de madera, indignó a muchos en Tuxtla. José Luis Avendaño López, como tantos capitalinos, consideró que debía ser más cuidadoso.

Supo también del hombre herido dentro de su vivienda en la colonia Albania Baja, apenas ayer, sin embargo, por su mente jamás pasó la idea de que un día después sería víctima de la delincuencia dentro de su local comercial.

Faltaban algunos minutos para cerrar el ciber xbox ubicado en la 20 Sur número 241, entre 1ª y 2ª Poniente, en el barrio  San Francisco. Al lugar llegaron tres personas. José Luis los miró extrañado, porque casi nunca nadie llega a esa hora debido al cierre inminente del local. Aun así los atendió.

-         ¿Qué desean? – Preguntó.

-         Todo el dinero que tengas – Fue la respuesta.

     

     José Luis dudó. Vaciló. Reaccionó y quiso huir. Uno de los facinerosos tomó un cuchillo y asestó el golpe certero en el cuello del desconcertado comerciante. Un solo tajo bastó para que la sangre brotara a borbotones. Los asaltantes tomaron el botín y huyeron con rumbo desconocido.

   

      El reporte al 911 movilizó a muchos policías.

-¿Para qué llegan ahora, montoneros? ¡Siempre llegan tarde!  –Gritó un vecino molesto.

-Mi jefe, no podemos poner un policía en cada casa  o negocio. Hacemos patrullajes frecuentes y disuasivos – Agregó sereno el policía.

Las patrullas fueron colocadas sobre la 1ª Poniente para cerrar la circulación vehicular. Un acordonamiento impidió el flujo peatonal en el lugar.

Llegó la temida camioneta marca Toyota tipo Hillux, blanca, de la Fiscalía General del Estado. Un ruido característico producido por el roce de las mangas del pantalón  plastificado de  los elementos del Servicio Periciales Criminalística y Forense, hizo voltear a los presentes.

Una mujer, al parecer la pareja de José Luis, explotó en llanto. La pregunta era ¿Por qué? No hubo respuesta. Solo miradas silenciosas que intentaban descifrar el misterio de la maldad  arraigada en el corazón de algunas personas, que no se tientan el alma para segar una preciosa vida.