TUXTLA / Perdió la última de sus siete vidas… aplastado por un ladrón, el cual está grave

• ·      Un gato que dormitaba sobre una piedra, dio su último maullido. Un hombre que huía tras robar un bolso de mano, rodó al fondo del barranco en el Cerro de Guadalupe

“Ya era su última vida”, dijeron los vecinos entre risas. Se referían al gato que murió aplastado por un hombre. Aquél descansaba sobre una piedra, éste huía tras perpetrar un robo a peatón.

El gato lanzó un último maullido. La última de sus siete vidas fue extinguida por el peso del hombre que rodó desenfrenado por la pendiente, hacia el fondo del barranco, cerca de arroyo de aguas negras.

El animal dormía para mitigar el hambre. Es callejero. El hombre, también, habituado a vivir en la calle y sobrevivir con lo que roba a peatones, padecía hambre, al igual que el gato. Pero el animal no puede trabajar para comer, el hombre sí. Pero éste rehuye el trabajo difícil y honesto. Prefiere el dinero fácil. Pero ahora se tornó difícil. Casi le cuesta la vida.

Es que tras arrebatar el bolso de mano a una mujer en la colonia Cerro de Guadalupe, al norte oriente de Tuxtla Gutiérrez, el facineroso huyó hacia el monte. Pero sus pies resbalaron y se precipitó al barranco. Rodó sin control y finalmente se detuvo sobre la piedra en la que descansaba el felino. El peso del hombre fue mortal.

Los vecinos llamaron al 911, para pedir la presencia de la policía para detener al presunto ladrón. A su llegada, los oficiales pidieron la ayuda prehospitalaria, pues el hombre se veía mal.

Al lugar arribó la ambulancia PCA-04 de Protección Civil Municipal, al mando del comandante de paramédicos Víctor Liho. La tarea fue complicada, para bajar y ascender con la camilla rígida, con el lesionado.

El herido no identificado, de unos 35 años de edad, fue llevado al hospital Gilberto Gómez Maza, con vigilancia policiaca. Su estado es delicado. El gato, quedó tendido sobre la piedra, ajeno al murmullo de las aguas negras, mensajeras de muerte y hedor.