TUXTLA / TAXISTA LLEVA A UN PASAJERO QUE LOS DEMÁS DESPRECIARON POR SER POBRE

• El hombre iba a la colonia Shanká y sólo tenía 22 pesos.

Y cuando estaba resignado a irse caminando, el taxi 1495 se detuvo. El chofer de la unidad entendió la necesidad y aflicción del hombre. Seguro ya estuvo en sus zapatos. Sólo alguien que ha sufrido entiende el sufrimiento de su semejante y se compadece, se solidariza con él.

El hombre no alcanzó colectivos. Por su apariencia humilde, parecía pepenador. En sus manos sostenía una silla periquera de madera, muy deteriorada. Al parecer la pepenó y la llevaba a casa donde seguro tiene a un bebé. Pensaba sorprender a su esposa, pero la noche lo sorprendió a él y ya no alcanzó colectivos.

Parado sobre la Calzada al Sumidero, a la altura de la calle Caoba, el hombre le hacía la parada a los taxis. Uno tras otro se detuvieron. Uno tras otro se fueron. Tal vez era por la apariencia del usuario. Quizá era por la sillita vieja. Seguramente fue por el escaso dinero que el hombre llevaba consigo: “Solo tengo 22 pesos”, les decía. Iba a la colonia Shanká. Todos le pedían 60 pesos. Él no podía pagar.

La noche avanzaba y la desesperación del hombre era mayor. Es tan pobre que no tiene celular ni cómo comunicarse con su esposa. Necesitaba llegar a casa, pero nadie lo llevaba.

Y cuando estaba resignado a irse caminando, el taxi tipo Tsuru con número económico 1495, placas 9213- BHH, se detuvo. “Voy a la Shanká, solo tengo 22 pesos, nadie me quiere levantar”, le dijo al chofer. El taxista miró al hombre y antes que concluyera la frase, ya le había dicho “súbete”.

La acción fue atestiguada por un hombre que estuvo acompañando al presunto pepenador en su desesperación y que se alegró con esta bonita acción del taxista. “Seguramente no le va cobrar nada. Esto merece decirse”, dijo el ciudadano al compartirnos la foto y la historia.

Desde este espacio se reconoce y agradece la buena acción de este taxista, quien va a recibir mucha bendición, pues se cosecha lo que se siembra.