TUXTLA / Taxista devuelve teléfono olvidado en su unidad

* Alfredo Molina recuperó un celular dejado por una usuaria. La buscó y se lo entregó. El chofer de Taxi Tuxtla Inn marcó la diferencia.

Se llama Alfredo, como el creador del Premio Nobel. Debería crearse el "Premio Nobel de Honradez" y dárselo a él. Como el lirio entre las espinas, como el nenúfar entre el pantano, consideró una usuaria de taxi la honradez de un chofer que le devolvió su teléfono celular olvidado en la unidad. Plausible acción

Margarita Hernández trabaja en el Tribunal Estatal Electoral. Con frecuencia utiliza el servicio de taxis en la capital chiapaneca.

Hoy abordó el taxi con número económico 2990 y placas 2713-BHG. Se sentó en el sillón trasero. Observó el tarjetón del taxista que decía: "Alfredo Molina. Móvil 19 Tuxtla Inn. Marcando la diferencia".

Margarita no le dio importancia al lema de la empresa "Marcando la diferencia". Creyó que ese era un taxi más y el taxista uno común y corriente. Pronto se daría cuenta de su error.

Luego de tres servicios al hilo en la misma unidad y constatar el buen servicio, la calidad y calidez humana, Margarita descendió y agradeció el buen servicio. Iba distraída y dejó su teléfono celular en el sillón trasero.

Alfredo Molina, el taxista, abordó a un joven frente a la Fiscalía General del Estado. El pasajero subió al sillón trasero. Justo cuando el joven se sentaba, Alfredo vio por el espejo retrovisor que el pasajero tomaba el teléfono olvidado.

"Por eso es bueno siempre espejear y estar atentos", recomendó el taxista a sus colegas. "Si no me hubiera dado cuenta, ya no recupero el celular", dijo.

Alfredo reclamó el teléfono. Sabiendo que la pasajera dueña del aparato trabaja en el Tribunal Estatal Electoral, la fue a buscar para entregarle su teléfono.

Margarita no lo podía creer. "Ya lo daba por perdido. Ya me pasó antes. Hay pocas personas honradas en la vida.

Agradezco esta calidad de persona. La honradez. Muchas gracias. Dios se lo pague. Gracias a Dios y a usted que me salvó de un gran problema", dijo Margarita a don Alfredo.

Taxi Tuxtla Inn ganó un cliente más. Margarita ocupa mucho taxi. Y por supuesto de ahora en adelante llamará a don Alfredo Molina o si está ocupado a algún compañero que esté disponible.

La acción de Alfredo tiene mayor mérito porque es un trabajador del volante con muchas carencias. Alfredo tiene un hijo con capacidades diferentes. Pudo haberse quedado con el teléfono. No lo hizo.

"Lo material es efímero. No me hace rico quedarme un teléfono ni me empobrece devolverlo. Vale más tener valores", concluyó satisfecho de haber marcado la diferencia.