Real rito de humildad, escenificación de la pasión de Cristo en centros penitenciarios.
Como en el aposento alto, hace dos mil años con los 12 apóstoles, esta vez todos se voltean a ver. Nadie quiere rebajarse ni mostrar debilidad. Pero uno toma la iniciativa, se arrodilla y comienza a lavar los pies de su compañero. Lo que llama la atención es que esta vez el rito es celebrado dentro de una cárcel, entre personas privadas de su libertad.
Las vasijas con agua, el jabón y la toalla listos. Las personas sentadas en las sillas de madera esperan. Los que deben lavar los pies dudan un momento. Pero uno de ellos se arrodilla, se postra de tal manera que casi toca con sus labios el pie de su compañero.
Las personas privadas de su libertad observan desconcertados lo que hacen sus compañeros. No tiene lógica humana. No lo entienden. Se sorprenden que aquellos que un día llegaron iracundos, maledicientes, hoy sean mansos, amorosos y bendecidores.
La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSyPC) a través de la Subsecretaría de Ejecución de Sanciones Penales y Medidas de Seguridad, llevó a cabo diversas actividades religiosas en todos los centros penitenciarios (CERSS, CEP y CIEA) del Estado en conmemoración de la Semana Santa.
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