Sucumbió a la tentación. El mango lucía rojo, jugoso, apetecible. Subió por la fruta. Logró cortarla, pero cayeron juntos. El hombre quedó sin vida. El mango a sus pies.
Ocurrió hace unos momentos en el Fraccionamiento Los Sabinos. El hombre de unos 58 años de edad contempló los mangos maduros en la copa del enorme árbol. Estaba alto, más de cinco metros. Pero decidió subir.
Cuando cortaba la tentadora fruta, la rama en que apoyaba sus pies se quebró. El hombre cayó al suelo encementado. Pereció de inmediato.
Por un bocado de una fruta prohibida entró el pecado, el dolor y la mu3rte al mundo. Por una fruta esta persona perdió la vida.
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