A Erick Zárate no le importó correr riesgos. Salvó al animalito de una muerte segura. La están dando en adopción.
La perrita mira agradecida a su salvador. No puede hablar para decir gracias, pero lame la mano como muestra de agradecimiento y lealtad al servicio de su benefactor. No tiene nombre. Podría llamarse "Moisesa". Lo que el hombre hizo se llama amor. Erick Zárate no lo pensó dos veces. Se quitó la playera, buscó una madera para apoyarse y entró a la turbulenta corriente fluvial del río Sabinal. No le importó correr riesgos.
Como buen elemento del parque Joyyo Mayyu, Erick estaba de turno y recorría las instalaciones cuando escuchó el llanto lastimero de un animal. Al percatarse que era una perrita decidió rescatarla. Erick pudo pensar "tan sólo es un animal", o llamar a los bomberos o esperar que otro compañero entrara. Pudo pretextar que estaba lloviendo, que el río estaba crecido y muchas cosas más, pero no lo hizo.
Movido por la compasión y el amor, entró al rescate de la perrita. Con cuidado caminó sobre un árbol caído en medio del afluente. Llegó hasta la pequeña isla donde se encontraba el asustado animalito. Con mucha dificultad regresó a la orilla llevando a la perrita salvada de una muerte segura.
La hazaña fue publicada en la fan page del parque. "La perrita está a disposición de quien quiera adoptarla" dicen. "El parque la tendrá hasta el día de mañana. Nuestra sincera felicitación al compañero Erick Zárate, el rescatista".
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