TUXTLA / Sin receso en el anexo de escuela en El Recreo

Las próximas lluvias ponen en riesgo clases bajo galeras en anexo de escuela Miguel Hidalgo y Costilla. Urge ayuda.

La colonia se llama El Recreo. La escuela, "Miguel Hidalgo y Costilla". Niñas y niños ávidos de aprender y superarse para llegar a ser alguien útil en la vida no se dan por vencidos a pesar de las precarias condiciones en que cada día reciben clases. Ellos no toman receso. La educación no puede tener recreos ni pausas... urge apoyar a quienes se están esforzando.

Reciben clases bajo galeras o pedazos de plástico. El Sol los está agobiando. Pronto las lluvias van a imposibilitar la tarea educativa. Urge voltearlos a ver.

"Por favor, ayúdenos a que más personas puedan saber de esta situación y la ayuda se canalice", dicen padres de familia que, desesperados, voltean a ver quién los voltea a ver y les brinda una mano amiga.

Algunos niños y niñas soportan estoicamente las altas temperaturas dentro del salón de madera y lámina. De repente no aguantan más y salen al patio, donde un trozo de plástico color celeste les sirve de techo para darles sombra, mientras el profesor busca otro lugar con un poquito de menos sol para seguir con las clases.

La escuela se llama "Miguel Hidalgo y Costilla". Pero ellos solamente son un anexo a dicho escuela. Se encuentra ubicada en la Colonia El Recreo, sobre el nuevo libramiento Sur, rumbo a Suchiapa.

Los padres de familia de muy escasos recursos económicos, han dado cooperaciones pequeñas y esporádicas con las que muy poco se ha podido avanzar. Los mesabancos en que se sientan los alumnos son donaciones de algunas personas de buen corazón. Pero ya están en muy mal estado.

La buena noticia es que la matrícula de alumnos se está incrementando. La mala noticia es que falta la infraestructura. La construcción es de madera. Algunas vigas y polines están ya apolillados, a punto de quebrarse. Trozos de plástico y lámina terminan de remendar el aula donde los niños reciben clases.

Muchos prefieren estar afuera por el exceso de calor. Sin embargo, las lluvias están a la vuelta de la esquina. Y entonces comenzará el verdadero calvario. No podrán estudiar afuera como hasta ahora y adentro hay un tremendo riesgo de que los vientos derriben la enclenque galera.

Así lo externan los padres cuando dicen, "tememos por la seguridad de nuestros hijos e hijas. Por el riesgo latente de la construcción. Por ello acudimos a su buena voluntad esperando contar con su apoyo", dicen a este medio.

La solicitud de ayuda a la Secretaría de Educación no ha prosperado, dicen los padres de familia, porque son un simple anexo. Ellos piden ya basta de legalismo, de protocolos. Los niños necesitan estudiar y necesita garantizarse su integridad".

Por ello, si la autoridad no hace su trabajo, piden la ayuda ciudadana para que de alguna manera puedan hacer donativos en especie para la citada escuela.