De plano Fabiola Ricci Diestel, alcaldesa de "coletolandia", ya no se va a lograr, va "de fracaso en fracaso", de metida de pata en metida de pata. Abundante material para los memes. Sí, son cosas para reír, de asuntos para llorar. Lo del bache rellenado, lo del incendio de la casa, lo del policía muerto por "accidente", ahora la escultura "donada" por su hermana Blanca, ha dado mucha tela de dónde cortar.
Fabiola Ricci no agarra juicio, dijeran en mi rancho. La está regando y gacho; en una de esas le van a poner la manguera o la regadera.
Ahora los dedos acusadores nuevamente la señalan por nepotismo. Y es que ya se hizo del conocimiento público y los memes no se han hecho esperar, dejando a Fabiola Ricci muy mal parada. No es para menos.
El señalamiento de nepotismo contra la alcaldesa de San Cristóbal, Fabiola Ricci, tiene sustento. Para nadie es un secreto que la presidenta municipal coleta le regaló un jugoso contrato de $478,212.96 a su hermana Blanca Ricci. Son casi medio millón de pesos lo que le costó al erario público el chistecito familiar.
La nada despreciable cantidad de 480,000 fueron desembolsados para el pago de una escultura denominada "sueño en primavera" que nadie pidió. Mejor debería llamarse "pesadilla del trienio".
Y eso que se dijo que la escultura sería "donada", que si hubiera sido vendida hubiera sido mucho más caro.
La misteriosa figura recién fue inaugurada, lleva la firma de la hermana de la jefa de coletolandia y no fue del agrado de nadie, solo sirvió para memes. Los coletos están que no los calienta ni el sol, y no es porque estén bajas las temperaturas, es que ya se están hartando de las decisiones que toma Fabiola Ricci, se los lleva al baile a todos y les ha tocado bailar con la más fea.
Esta decisión unilateral y arbitraria apesta a tráfico de influencias, hiede a presupuesto público repartido en familia. Sí, lo mejor queda en familia y dijera Pompín Iglesias "qué bonita familia, qué bonita familia".
Y mientras las Ricci se hacen regalitos mutuos, las calles y servicios públicos están olvidados en San Cristóbal de Las Casas.
El gran problema y coraje entre los coletos es que, según Fabiola Ricci, habrán más esculturas. Claro, con el pretexto de la cultura (que de obra artística no tiene nada) seguirán embolsándose una buena cantidad de dinero entre las hermanitas que, como barril sin fondo, no tienen llenadera. Ya Ricci, ya.
Pesadilla del trienio
De plano Fabiola Ricci Diestel, alcaldesa de "coletolandia", ya no se va a lograr, va "de fracaso en fracaso", de metida de pata en metida de pata. Abundante material para los memes. Sí, son cosas para reír, de asuntos para llorar. Lo del bache rellenado, lo del incendio de la casa, lo del policía muerto por "accidente", ahora la escultura "donada" por su hermana Blanca, ha dado mucha tela de dónde cortar.
Fabiola Ricci no agarra juicio, dijeran en mi rancho. La está regando y gacho; en una de esas le van a poner la manguera o la regadera.
Ahora los dedos acusadores nuevamente la señalan por nepotismo. Y es que ya se hizo del conocimiento público y los memes no se han hecho esperar, dejando a Fabiola Ricci muy mal parada. No es para menos.
El señalamiento de nepotismo contra la alcaldesa de San Cristóbal, Fabiola Ricci, tiene sustento. Para nadie es un secreto que la presidenta municipal coleta le regaló un jugoso contrato de $478,212.96 a su hermana Blanca Ricci. Son casi medio millón de pesos lo que le costó al erario público el chistecito familiar.
La nada despreciable cantidad de 480,000 fueron desembolsados para el pago de una escultura denominada "sueño en primavera" que nadie pidió. Mejor debería llamarse "pesadilla del trienio".
Y eso que se dijo que la escultura sería "donada", que si hubiera sido vendida hubiera sido mucho más caro.
La misteriosa figura recién fue inaugurada, lleva la firma de la hermana de la jefa de coletolandia y no fue del agrado de nadie, solo sirvió para memes. Los coletos están que no los calienta ni el sol, y no es porque estén bajas las temperaturas, es que ya se están hartando de las decisiones que toma Fabiola Ricci, se los lleva al baile a todos y les ha tocado bailar con la más fea.
Esta decisión unilateral y arbitraria apesta a tráfico de influencias, hiede a presupuesto público repartido en familia. Sí, lo mejor queda en familia y dijera Pompín Iglesias "qué bonita familia, qué bonita familia".
Y mientras las Ricci se hacen regalitos mutuos, las calles y servicios públicos están olvidados en San Cristóbal de Las Casas.
El gran problema y coraje entre los coletos es que, según Fabiola Ricci, habrán más esculturas. Claro, con el pretexto de la cultura (que de obra artística no tiene nada) seguirán embolsándose una buena cantidad de dinero entre las hermanitas que, como barril sin fondo, no tienen llenadera. Ya Ricci, ya.
Comprometidos con la verdad, listos para ser oídos, ojos y boca de la sociedad. Espacio para señalar lo malo y reconocer lo bueno.
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