CHALCHIHUITÁN / Navidad en la montaña para cinco mil desplazados

Amarga Navidad tendrán los más de cinco mil desplazados, a quien pretenden despojar de sus tierras en el municipio de Chalchihuitán.

No habrá pavo relleno ni cena de la Nochebuena. Se acostarán con hambre, frío y miedo, escondiéndose en las montañas para no ser masacrados por los disparos de arma de alto calibre.

Nicodemo Pérez Hernández, dice que es una de las navidades más tristes para las familias desplazadas, “de por sí pasamos la Navidad pobremente, pero ellos estarán lejos del hogar y albergados”.

Con tristeza manifiesta que es muy difícil esta situación, porque  además mucha gente ya perdió la noción del tiempo; “todos los días lo mismo, huyendo de sus hogares, con hambre, frío y miedo”.

Los alimentos que están recibiendo son escasos para todos los desplazados y los que llegan son enlatados, pero como no están acostumbrados a ingerir esta comida, les está enfermando del estómago y para colmo de males, algunos están llegando caducados. Como no saben leer ni escribir así se los están comiendo obligados por la necesidad.

Explicó que las familias tsotsiles en sus comunidades acostumbran a criar pollos, gallinas y pavos de rancho y en celebraciones como la Navidad cocinan animales de su crianza, hacen el caldo de gallina, pero ahora si bien les va comerán enlatados, atunes, sardinas, fríjoles enlatados y otros alimentos con conservadores.

Esperan que esta Navidad pase rápidamente y pronto haya una solución a este conflicto que los mantiene desplazados desde el pasado 18 de octubre, en que las detonaciones los hicieron huir de sus casas.

Señaló que las enfermedades que más  presenta la población desplazada, son respiratorias y de estómago, tos, fiebre, gripe, diarrea, esto por la situación de los alimentos, de ahí que pide que la gente apoye con maíz, frijol, maseca y aceite, porque los enlatados están provocando enfermedades.

En esta navidad, los habitantes de Chalchihuitán no podrán quemar ni cohetes porque están prohibidos por el conflicto que se vive en este lugar, para que no vaya a confundirse con las detonaciones de armas de fuego que  se escuchan en los límites con el municipio de Chenalhó.