CHIAPAS / Tardía demolición de escuela

Tuvo que pasar ocho meses para que por fin la escuela “Juan Benavides” comenzara a ser demolida. Padres, alumnos y profesores exigen acelerar el proceso y que haya transparencia, pues aseguran que su reconstrucción es un regalo de una fundación.

Es domingo. La camioneta avanza de poniente a oriente sobre la Avenida Central de Tuxtla Gutiérrez. Los tripulantes vienen de hacer ejercicio en Caña Hueca. Y un grito infantil hace que el conductor se detenga en la esquina de la 10a. Oriente. Es Juanito, quien pide a su padre disminuya la velocidad para ver su escuela primaria “Juan Benavides”, que está acordonada. Adentro se oye el ruido de una máquina que demuele las paredes.

“¡Vaya, ya era hora!”, exclaman los padres. Como ellos, los demás coinciden en que se demoraron mucho desde aquel 7 de septiembre cuando el edificio fue dañado por el sismo de 8.2 grados.

Desde octubre del 2017, los alumnos de la escuela citada reciben clases por la tarde en el edificio de la escuela Unesco. Allí tuvieron que manifestarse para pedir recolección de basura, arreglo de un drenaje y pago del recibo de la luz a CFE.

Alfonso Alvarado Gutiérrez, director de  la escuela primaria “Juan Benavides”, dijo que elogiaron no tiene excusa para justificar su demora en la demolición y reconstrucción del edificio ubicada en Avenida Central y 10a. Oriente de la capital chiapaneca.

“La fundación Bancomer donó de 25 a 30 millones de pesos, pero los  del Inifech aseguran que solo van a dar 15 millones de pesos”, manifestó.

Por ello, haciendo eco a la voz de profesores, padres y alumnos, el director pidió acelerar el proceso de reconstrucción y que haya transparencia en la rendición de cuentas.