AYÚDALOS / Les falta todo, menos la fe

• Diego Armando y Ángel Manuel, de 11 y 8 años de edad, están sin casa, sin mamá, sin comida, su padre fue despedido. Este día deben inscribirse a la escuela y no tiene dinero. Si usted desea ayudar, puede contactar a la familia en el número 9611120991.

Los niños están sentados sobre el frío y duro piso frente a la alcaldía capitalina, en espera incierta. Esperan que su padre sea atendido y posiblemente reinstalado… fue despedido injustificadamente -dice-. Esperan que su madre regrese a casa… se fue por la crisis económica. Esperan que alguien les ayude a tener comida, techo y dinero para inscribirse en la escuela este miércoles. Diego y Ángel Esperan una mano amiga.

José Armando Trujillo Yáñez, de 42 años, se ve molesto.  Su voz y su rostro denotan rabia, dolor, desesperación. Y cómo no, si a su lado están dos seres inocentes que ninguna culpa tienen de la situación actual.

“No tengo casa, duermo en la calle. Mi esposa se fue por la dura crisis”, dice a punto del llanto.

Los pequeños Diego Armando y Ángel Manuel Trujillo Urbina, de 11 y 8 años de edad, respectivamente, hijos de José Armando, cabizbajos confirman el dolor del padre al decir que mamá se fue de casa. No soportó verlos sufrir sin dinero para la comida, sin techo, sin apoyo para ir a la escuela.

“Dormimos en la calle, comemos lo que hay. Mañana (este miércoles 11 de julio) debemos inscribirnos a la escuela primaria Salvador Urbina, en la colonia Paseos del Bosque, pero no tenemos dinero”, dicen tristes.

Para amortiguar el dolor por el duro piso, colocan sus libros como almohadillas. Pero para amortiguar el dolor por la partida de su madre, no hay nada.

Como tampoco hay oportunidades de trabajo para su padre que por el momento vende chocolates en el parque de la Marimba.

Durante más de tres años José Armando Trujillo Yáñez trabajó en el Ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez como barrendero. En junio del 2016 lo despidieron injustificadamente, dice.

“Me dieron mi talón por finiquito y día del burócrata, firmé, pero al ir a retirar solo tenía 68 centavos. Alguien me robó. Quiero que se aclare”, dice el agraviado, quien ya recurrió al Tribunal del Trabajo Burocrático y se abrió el expediente 342/A/2017.

En busca de trabajo, Armando y sus hijos fueron a la Ciudad de México. Dormían en las bancas de la terminal de autobuses. Aquí en Tuxtla, han pernoctado en la OCC. “Tengo familia, me dan posada una noche y de ahí me corren”, dijo.

José Armando no sabe qué hacer. Angelito, el menor, está enfermo. Y lo prueba con los discos con la grabación de los estudios realizados al menor. Actualmente se hospedan en el hotel Lisboa, pero ya deben varios días de hospedaje.

Más de tres horas sentados, hace que los niños se levanten. Miran su libros y comienza a leer y subrayar. Tienen fe en que la ayuda va llegar y podrán inscribirse y estudiar. Diego va a sexto, Angelito a tercero.