AYÚDALOS / Pío y Naty requieren una mano amiga

• La pareja de ancianos nunca ha pedido nada, prefieren trabajar arduamente, pero esta vez urge la ayuda con unidades de sangre y los clavos que le pondrán al lesionado por varias fracturas en pierna y brazos.

La voz de doña Naty es apenas perceptible: Denota tristeza y debilidad por no haber comido y dormido poco. Es que comparte el dolor de su cónyuge, quien yace en la cama 117 y Piso 2 del Hospital Gilberto Gómez Maza, desde el pasado viernes, cuando en la madrugada fue atropellado por un taxi “fantasma”. El hombre de 78 años debe ser operado, pero necesita unidades de sangre y los clavos que le pondrán por varias fracturas en pierna y brazos. Urgen donadores para ambas necesidades. La mano de Natividad está extendida, esperando que la de los altruistas se extiendan para dar. Todos podemos ayudar.

Ella se llama Natividad Pérez, tiene  80 años de edad. El hombre de su vida, quien le da sentido a su existencia y por quien daría la vida misma, es Pío Quinto Espinosa Pérez, de 78 años de edad.

Juntos han pasado momentos felices, como el nacimiento de sus hijos, pero también amargos como la enfermedad de su hija que sufre de ataques epilépticos, como la muerte repentina (en un accidente) de su hijo que era albañil y el único sustento que tenían.

Desde entonces la pareja de ancianos, en vez de pedir limosna, trabajan arduamente. Desde temprano acudían a la Avenida Central y 12 Oriente de Tuxtla Gutiérrez, al 5 de Mayo, frente al edificio que alberga la oficina de la SCT. Ese es su santuario laboral desde hace 25 años, donde tras una larga jornada logran llevar a casa el pan de cada día para ellos y su hija enferma. Ella ofrecía dulces, mientras él boleaba zapatos de los funcionarios y visitantes.

Pero un irresponsable taxista truncó la rutina laboral de Naty y Pío. El viernes pasado, 30 de noviembre, a las 5:30 de la mañana, mientras la pareja llegaba al lugar, un taxi que circulaba sin luces arrolló a Pío. El cobarde chafirete huyó dejando a Pío gravemente herido.

El lesionado fue llevado muy delicado al hospital Gilberto Gómez Maza, donde está en espera de ser intervenido quirúrgicamente. El hombre se aferra a la vida y a su cama número 117 en el Piso 2. Esta delicado pero motivado a vivir por sus esposa y sus hijos. Para la operación se requiere primeramente cuatro donadores de sangre. También urge dinero para comprar los clavos que servirán para reconectar los huesos fracturados en piernas y brazos. El costo supera los 18 mil pesos.

Naty tiene un hijo, además de su hija enferma, Virgilio, pero es de escasos recursos. Este da su número de un austero celular que no tiene cámara ni watsap. No puede pagar, aunque quisiera, los clavos para su padre.

Naty casi no escucha, por eso es su hijo quien está pendiente de las llamadas y posibles visitas. Los que deseen ayudar con la sangre, en efectivo o bien con despensas pueden llamar al celular de Virgilio (921) 184 5253.

Los que deseen donar sangre pueden acudir al Banco de Sangre ubicado en el Libramiento Norte, a un lado de la escuela Pablo Guardado Chávez, y dar la indicación  de que la ayuda es para Pío Quinto Espinosa Pérez, enseñando el documento que se publica en este medio.