El suceso ocurrió la madrugada del miércoles, cuando una mujer parió a un bebé de 23 semanas de gestación en el nosocomio.
El recién nacido fue declarado muerto por los médicos tras notar que no presentaba signos vitales, de acuerdo con un comunicado del IMSS.
Posteriormente fue llevado a un refrigerador en el área mortuoria donde permaneció seis horas, según medios locales.
Sin embargo, cuando fue entregado a sus padres, estos notaron que su hijo aún respiraba.
El personal del nosocomio trasladó en el momento al bebé a la unidad de cuidados intensivos neonatales, donde aún se encuentra, pero su pronóstico es reservado.
Autoridades del hospital ya entablaron un diálogo con familiares, y el IMSS ya inició una investigación del caso.
Grupo REFORMA
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