* En vez de ayudar al chafirete cuya unidad se descompuso, lo multó indebidamente y pidió una grúa.
El agente moto patrullero de Tránsito Municipal, Mario Luis Villatoro Gutiérrez, se pasó de celoso al aplicar el Reglamento. Le faltó criterio y humanismo. Un taxi se descompuso y el delito del taxista fue dejarlo frente al estacionamiento de la “intocable “Farmacia del Ahorro”. Sin piedad el oficial llamó la grúa para remolcar la unidad de transporte público al corralón. La guillotina de la crítica ciudadana cayó sobre la cabeza del “tamarindo”.
Este miércoles por la mañana, el taxi de un desafortunado trabajador del volante comenzó a fallar mientas circulaba sobre el libramiento Sur, de poniente a oriente. Tras cruzar la Calle Central, el taxista orilló su unidad para revisarla. La falla no podía corregirla él por lo cual decidió llamar a un mecánico.
Los trabajadores la farmacia del ahorro, frente a cuyo estacionamiento estaba el taxi descompuesto, sin tener criterio ni un poco de consideración llamaron al 911 para reportar la “obstrucción de su entrada”. Al lugar arribó el agente moto patrullero de Tránsito Municipal, Mario Luis Villatoro Gutiérrez, en la moto patrulla PC 613.
Como el pistolero más veloz del oeste desenfundó su block de infracciones. Y comenzó a llenar la boleta. Escribió: Nissan Tsuru Placa DNG 751 C. En la dirección escribió libramiento Sur esquina 2ª Oriente (mal).
En el espacio para justificar la multa plasmó: (Art) 106 (fracción) X “por estar indebidamente estacionado, obstruyendo la entrada al estacionamiento”.
Al respecto, cabe precisar que a la letra el Reglamento de Tránsito Municipal vigente en Tuxtla Gutiérrez, dice en dicho artículo y fracción:
“Cuando el vehículo esté indebidamente estacionado en un área de ascenso y descenso de pasajeros o de carga, así como obstruya las entradas y salidas de vehículos y no se encuentre el conductor para moverlo”.
El sitio no era área de ascenso y descenso de pasajeros, tampoco de carga, si bien estaba frente al estacionamiento (no garaje)de la farmacia, no obstruía la entrada o salida de vehículos. Es más ni caros había. El espacio era muy amplio para maniobrar en caso de que algún coche llegar o saliera. Y el conductor sí se encontraba para mover la unidad, pero estaba descompuesta.
Lo prueba la boleta, pues ante el reclamo del agraviado, el “pistolero” oficial añadió un artículo más: ( art) 114 (fracción) VIII, “presentar mala conducta”. El mismo se contradice.
La “mala conducta” fue la reacción del taxista, pues el mismo reglamento establece que en una infracción, la garantía puede ser la licencia de conducir o la placa. SOLO cuando no haya ninguna de estas dos, el vehículo será la garantía. En este caso el oficial se pasó de gandalla, al pedir la grúa, siendo que podía quitar la placa.
Los taxistas repudiaron esta acción policiaca. Y es que un oficial con criterio y humano hubiera ayudado al taxista en apuros, pero este “mercenario”, en lugar de apoyarlo lo hundió al pedir la grúa y levantar la infracción, injustamente.
Los comentarios en redes sociales no se hicieron esperar. Trinidad Morales escribió: “cuando los corren de sus trabajos andan pidiendo trabajo en el trasporte público andan como perros muertos de hambre”. La profecía se puede cumplir.
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