La esposa se despide del esposo. Le hace la señal de la cruz para darle su bendición y vaya que la va a necesitar. El hombre trabaja en la empresa “Vendo gas”, donde las jornadas de trabajo son largas, agotadoras y por lo mismo riesgosas. Ya han ocurrido accidentes por esta razón, por eso el temor fundado de los esposos que se despiden con un beso. Piden a los patrones más consideración por los trabajadores.
El esposo parte al trabajo y la mujer se queda en casa, preocupada y rogando a Dios por su marido. “Trabaja en la empresa Vendo gas, sus horarios son muy pesados: trabajan más de 16 horas al día, y el sueldo es mínimo”, asegura la fémina con una voz que mezcla su tristeza y coraje a la vez.
La reportante afirma que a los trabajadores de la citada empresa “les robaron su caja de ahorro, los tratan muy mal. Si faltan les quitan dinero de su liquidación anterior, para decirles que les hizo falta y tengan que pagar más”.
Si ya de por sí los horarios de trabajo son extenuantes, cuando se van de viaje los pasan a recoger más temprano de lo normal y los dejan salir más tarde. “Esto les pega en su salud y rendimiento, a todos les hacen lo mismo. Hace poco murió un chofer de Vendo gas, se quedó dormido y la pipa explotó. Fue de madrugada en diciembre de 2019, en el tramo Tuxtla-San Cristóbal kilómetro 44. Esto fue por tanto cansancio derivado de tantas horas laborales”.
La mujer asegura que por ley deben ser ocho horas de trabajo, pero en Vendo gas son 16, el doble, por un mísero sueldo. Y a pesar de las 16 horas trabajadas, a los trabajadores no les dan siquiera una hora para la comida, por lo cual sufren problemas gastrointestinales debido al ayuno prolongado. Finalmente, la denunciante resaltó que no les dan vacaciones. “Mi esposo lleva varios años laborando y no le han dado vacaciones ni un solo año”, concluyó.
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