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miércoles, 19 de mayo de 2021

MORALEJA / Avisaín Alegría... Juan Salvador “Pinocho” Camacho, miente por naturaleza



El alacrán deseaba pasar al otro lado del río, pero no sabía nadar. Vio a una ranita que iba nadando y le pidió de favor que le diera un aventón.
- ¿Cómo crees? ¡Estás loco! – Exclamó la ranita
- Te conozco, me vas picar - Añadió.
- No, eso no, si te pico nos moriríamos los dos y no estoy tan loco –repuso el alacrán.
Su razonamiento parecía convincente. La rana accedió. Subió al alacrán a su espalda y comenzó a nadar. Cuando iban a medio río, la ranita sintió un agudo dolor en la espalda: el alacrán la había picado.
- ¿Qué hiciste? Ahora nos vamos a hundir. Los dos vamos a morir.
- Lo siento, es mi naturaleza –Exclamó el alacrán antes de ahogarse.

Juan Salvador Camacho Velasco, como todo Velasco (hijo del extinto político mexicano Manuel Camacho Solís y primo del exgobernador y actual senador, Manuel Velasco Coello), como todo político, como todo ser humano sujeto al virus universal del pecado, miente por NATURALEZA. Su vida ha sido una mentira.
Miente cuando le dicen licenciado y no lo es, y no desmiente. Su grado de estudios es secundaria (terminada en el INEA en 1997) eso lo prueba su currículum en la página del Congreso del Estado. Y sin embargo el “Pinocho” se hace pasar por “licenciado” a donde llega.
Siendo diputado local, prometió ayudar a muchos. Uno de ellos el ingeniero Lázaro León Domínguez, inventor del generador de electricidad sostenida, a quien prometió dos baterías, recurso que nunca otorgó tras hacerlo dar muchas vueltas durante más de un año.
Mintió a decenas de reporteros y directores de medios digitales, a quienes mediante convenios verbales, ofreció pagarles a cambio de que le dieran cobertura a sus intervenciones en el Congreso, donde decía otra ensarta de mentiras.
No es chiapaneco ni sancristobalense. Es defeño y no cumple los cinco años mínimo de residencia en el municipio que aspira a gobernar.

Fue por sus mentiras (promesas incumplidas cuando buscaba la diputación) que el candidato de Morena a la alcaldía de San Cristóbal, Juan Salvador Camacho Velasco fue retenido durante ocho horas, junto con una comitiva de 20 personas, por habitantes de la comunidad de Los Llanos, por lo que tuvo que pagar 300 mil pesos para ser liberado
En el video difundido este día, se oye a Camacho Velasco decir “solo tengo tres mil varos” y se lleva la mano al corazón como pidiendo clemencia, cuando él no se tienta el alma al mentir. Luego se observa que el grandulón es conducido por dos personas, una de baja estatura, pero con las agallas y la fuerza de la verdad de su lado (Como David y Goliat).
“Pinocho” Camacho es llevado a un lugar donde hay una horca preparada. Le colocan la soga al cuello y el diputado dice que lo va conseguir (el dinero). Se asustó mucho. Le quitan la soga y uno exclama: “¿No que no cantabas pajarito?” (parafraseando el refrán de no que no tronabas pistolita).
Antes, uno sugirió “traigan una falda, quítenle el pantalón, pónganle falda”. Es lo mismo que hicieron con Eduardo Ramírez Aguilar, otro mentiroso. Para los indígenas la palabra vale. Y un hombre debe tener palabra y cumplirla. Por eso los visten de mujer. Camacho se salvó de la indumentaria y de la soga gracias al pago de 300 mil pesos.

El comité estatal de Morena condenó “terminantemente todo acto de violencia que desestabilice el ambiente político-electoral y social en la entidad”, pues “no existe ningún pretexto que justifique la inestabilidad física, emocional y sicológica de ningún ciudadano, mucho menos que el hostigamiento sea por cuestiones ideológicas, políticas o por sus creencias personales”. Hizo mal. Desde la aceptación y postulación de un personaje mentiroso como Camacho Velasco.
Pero por lo visto están escasos los hombres y mujeres de principios. Flaca la caballada. De hecho, el apóstol Pablo dijo que no hay bueno ni uno solo. De hecho el mejor gobierno fue y sería (lo será) el teocrático. Bueno solo hay uno: Dios. De ahí en fuera “maldito el hombre que confían en el hombre”, porque “Dios es veraz y todo hombre mentiroso”.
MORALEJA
Camacho rima con Pinocho
La mentira es la esencia de los dos
Juan Salvador no es ni macho
Menos hombre, incumple su voz.
Prometer no cuesta, dicen por ahí
A Camacho no le costó, antes,
Pero sí tuvo que pagar 300 mil…
En Los Llanos, se volvió cantante.
El pajarito cantó, no había de otra
La soga al cuello lo atemorizó
La gaviota se convirtió en potra
No voló, pero de susto relinchó
Ya está sentenciado Juan Salvador
Si gana y no cumple, ahí que lo vea
Los indígenas no juegan, tienen valor
“Pinocho” bailará… con la más fea.
El alacrán pica porque es su naturaleza
Por más que jure que va a cambiar
No soy el juez; la vida es la jueza
Juan Salvador al tribunal va a llegar.

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