EDUCACIÓN / Estrés por “tareosis”, acusan padres de familia

• “Ya no es vida, hasta sábados y domingos nos tienen ocupados, no es justo”, asegura Wilberto “N” de la EST número 79

“Tareosis: Exceso de tarea padecida por padres de familia, derivado de las clases virtuales”, dice Misael “N” sonriente, pero molesto a la vez. Esta es la nueva palabra acuñada en el diccionario de nuestra vida, asegura el denunciante, que junto a otros padres afirman estar cansados de tanta tarea que maestras y maestros dejan a las niñas y niños de primaria y secundaria. “Ya no es vida, hasta sábados y domingos nos tienen ocupados, no es justo”, asegura Wilberto “N”.

“Échenle ganas papás, hoy está nublado y pueden avanzar”, dijo en su mensaje de wathsapp el profesor de quinto grado de la escuela Juan de la Barrera esta mañana de lunes, al enviar la lista de tareas y anunciar el periodo de exámenes.

“En general, no solo esta escuela, creo en todas y casi todos los maestros se están excediendo en dejar tareas” opina Mercedes “N”.

Wilberto “N”, padre de familia de la Escuela Secundaria Técnica número 79 de Tuxtla Gutiérrez, asegura que los maestros no dan clases (ni virtuales), no explican, y dejan exageradamente mucha tarea y que investiguen los alumnos. Lo peor es que dicen que los papás tienen que ayudarlos a investigar, como si nosotros recibiéramos el sueldo de maestros”.

Agregó que no tienen tiempo, ya que la mayoría trabajan y eso complica la situación, generando un ambiente de estrés familiar por tanta tarea que dejan y que nunca explican. “Es exagerado, incluso sábados y domingos los alumnos y padres estamos ocupados con la tarea, porque es demasiada y no se termina entre semana de tan exagerados que son; no es que no quiera que mis hijos aprendan, pero la verdad es mucho”, dijo.

Y concluyó: “Profesores, no sean tan alevosos con los alumnos y los padres. Si lo que quieren es inducirnos a que aceptemos clases presenciales, pues adelante, que así sea”.

Martha Elena “N”, madre de familia de la escuela primaria Jaime Torres Bodet, consideró que aunque se regrese a clases presenciales, la carga de tarea no disminuirá. “Ya lo vivimos, antes de la pandemia también dejaban mucha tarea. Claro que no hay que generalizar, no son todos los maestros, ni en todas las escuelas, pero sí la mayoría”, precisó.

Juan Carlos, padre de familia de la escuela primaria Juan de la Barrera, de Tuxtla Gutiérrez, dijo que algunas maestras y maestros de educación física no son empáticos. “A veces ponen a las 8:00 a los niños chiquitos a correr, se necesita espacio y en el patio hace frío, les puede hacer mal. A los que no entran a la sesión virtual les exigen entregar la actividad impresa, con fotos de que hicieron la actividad. Una maestra dijo que para no tomar foto o imprimir, se podía dibujar al niño haciendo el ejercicio, pero a la hora de entregar la tarea no la recibe porque dice que está muy feo el dibujo, que lo quiere bien dibujado (profesional) ¿Acaso nuestros hijos o nosotros somos dibujantes profesionales?”.

Por su parte algunos profesores explicaron que las tareas son normales. “si aun con clases presenciales no alcanzamos a cubrir el programa de trabajo, imagínese con clases virtuales de una hora, dos veces por semana, por eso no queda de otra que compensar con las tareas. Hemos sido flexibles hasta donde se puede, pero los padres deben hacer su parte. Entendemos que muchos trabajan y los apoyamos, pero algunos aun estando en casa se desentienden de sus hijos”, opinó un docente que pidió el anonimato.

Por su parte Leonor “N”, dijo que ha tenido problemas con su esposo. “Llega a exigir comida y no pude cocinar por estar ayudando a mis dos hijos. A veces compro hecho, pero sale caro y casi no hay dinero porque gasto mucho en impresiones por la tarea. Una no es maestra no nos prepararon para eso, apenas terminé la primaria y hay cosas que no sé, pero los maestros dejan tareas difíciles. Yo estresada por las tareas y mi marido estresado del trabajo, explota la bomba. Esto no puede seguir así”, dijo la angustiada mujer.

Muchos padres están considerando como Wilberto, que la opción sea el regreso a clases. Se habían opuesto por la pandemia y porque sus hijos no están vacunados contra el Covid-19, pero con la vacunación a niños de 12 a17 años (con comorbilidad) se espera que en breve la inoculación sea para el resto de las niñas y niños.