TUXTLA / Ojos de oficiales que no ven… aceras obstruidas

• Como si los autos estacionados sobre las aceras fueran invisibles, y como si la integridad física de los peatones fuera poca cosa, los agentes de Tránsito Municipal permiten esta violación flagrante, acusan transeúntes.

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Y como si los autos estacionados sobre las aceras fueran invisibles, y como si la integridad física de los peatones fuera poca cosa, los agentes de Tránsito Municipal permiten esta violación flagrante, consuetudinaria del Reglamento en la capital chiapaneca. La prioridad de los oficiales está en otro lado”, suelta el peatón Martín Isiordia, mientras camina sobre la vía pública de Tuxtla Gutiérrez. La banqueta está obstruida por un auto atravesado.

Martín reacciona molesto: “Y los inches tamarindos pue”, cuestiona. Un auto sobre la acera en la 3ª Poniente Norte impide su libre tránsito por la banqueta y lo obliga a bajar a la angosta calle, achicada por la obra “que viva el centro” heredada por el ex edil Yassir Vázquez. El riesgo de ser atropellado por un auto o veloz colectivo es alto.

La molestia de Martín, el peatón, se replica en cientos de peatones, por las cientos de aceras obstruidas en distintas partes de la capital chiapaneca en flagrante violación al Reglamento de Tránsito Municipal vigente en Tuxtla Gutiérrez, que en su Artículo 70 prohíbe el estacionamiento de cualquier clase de vehículos en sitios indebidos.

En la fracción uno del citado artículo, la ley da prioridad a los accesos de entrada y salida de vehículos de motor de las estaciones de bomberos, cruz roja, de los hospitales públicos y particulares, de las instalaciones militares, de los edificios de policía y tránsito local, estatal y federal, así como de las terminales de transporte público de pasajeros y de carga, debiéndose hacer 10 metros después o antes del acceso o salida principal.

En la fracción número dos, el artículo 70 prohíbe que los vehículos se estacionen “en las aceras, camellones, andadores y otras vías reservadas a los peatones”. Luego siguen 18 fracciones más que en vano intentan regular el problema de estacionarse indebidamente.

“Hay muchas personas que se sienten dueños de las calles y de las aceras, como una extensión de su propiedad (casa o comercio). Están como operados del cerebro”, agrega molesto Martín.

El peatón camina hacia el oriente y en su caminar pasará por la oficina de Tránsito y Vialidad Municipal (1ª Norte entre 2ª y 3ª Oriente) encargada de regular esta anomalía. “Somos pocos, no alcanzamos a cubrir tantas irregularidades ni toda la ciudad”, dirá un agente de Tránsito. Cierto. “Pero hay anomalías muy evidentes y frecuentes que se permiten, incluso las fomentan”, agrega Tomás Morales, quien ha sido testigo de cómo patrullas y moto patrullas obstruyen la acera frente a la base de la Policía Municipal en el fraccionamiento Las Torres.

“La prioridad de los polis está en otro lado”, dice analíticamente el peatón Martín. La respuesta usted la sabe. El secreto a voces es que buscan el “bisne”, donde mucho tienen que ver los altos mandos.