TERÁN / Damiancito nos duele

Damiancito pasó su primera noche fuera de casa. Ya no estuvo en su cama, calientito, junto a mamita. Ahora solo, en la fría tumba del panteón de Terán, sólo lo acompaña su carrito rojo, su favorito, con el que jugaba a diario.

Con aplausos, globos blancos y su carrito rojo, fue sepultado ayer en el Panteón de Terán Damiancito, de 3 años , el cual perdiera la vida, presuntamente ahogado en la alberca de la guardería Piguin & Babe. Los familiares exigen el esclarecimiento y justicia por su caso.

Damiancito nos duele

Lo ocurrido el martes en la guardería Pigüin & babe no tiene las dimensiones de lo ocurrido en la guardería ABC, suscitada en 2009 en Hermosillo, Sonora, pero duele igual, preocupa también. Debe ocupar a todos los actores directos e indirectos.

"Apúrele chofer, apúrele por favor", suplicaba la madre de familia mientras lloraba. Le habían llamado de la guardería indicando que había un problema, que debía ir inmediatamente. El taxista aceleró lo más que pudo y detuvo el taxi frente a la guardería ubicada sobre la 8a. Norte entre 13 y 14 Poniente de Tuxtla Gutiérrez.

El pequeño Damián ya fue inhumado, pero lo ocurrido no puede ser sepultado en el olvido, debe sentar un precedente y debe ser un espejo en el que miremos padres, docentes y gobierno para que esta historia no se repita.

Hubo descuido. Lo que más sorprende es que, de acuerdo a la tarjeta informativa de la policía que actuó como primer respondiente, en este caso de la Policía Municipal capitalina, en la guardería esperaron hasta que llegaron los padres del niño para que lo llevaran a la clínica ubicada a tres cuadras del lugar.

¿Por qué esperaron tanto? es la pregunta. Otra pregunta ¿por qué no tenían personal capacitado para primeros auxilios? Esto obliga, pues a todos los actores, directos e indirectos, a modificar, actuar a la brevedad en guarderías, jardín de niños, escuelas primarias, secundarias, preparatorias y universidades, para tener siempre personal capacitado que sepa actuar en caso de una emergencia, para dar los primeros auxilios y salvar una preciosa vida.

La madre de Damiancito está destrozada, "me mataron a mi hijo, papi", fueron las palabras con que recibió a su papá Rigoberto Moreno. Ahora el abuelito, la madre, los familiares de Damiancito exigen justicia, merece justicia.