TUXTLA /Almas magnánimas dan sin buscar aplausos

Caralampio y una mujer anónima dan sin esperar nada a cambio.

El amor, el altruismo, la alegría y la felicidad se observaron por doquier este día. Los niños y las niñas se convirtieron en las reinas y los reyes del hogar. De principio a fin, de mañana a tarde fueron celebrados y consentidos. Se merecen esto y más. Son seres llenos de bondad, de luz. Por los niños todo; contra los niños nada.

Caralampio ya nos tiene acostumbrados a sus buenas acciones. Es el hombre que teniendo poco, da mucho a quienes tienen igual o menos que él.

Asentado en la colonia irregular Aires del Oriente, segunda Sección, desde lo alto divisa a la ciudad de Tuxtla y con esa visión de altura, de un águila, puede percibir la necesidad de los demás. Es un hombre que vende raspados cada día. Y hoy, en vez de venderlos, los regaló a las niñas y a los niños de escasos recursos de la colonia donde él radica desde hace varios años.

Niñas y niños llegaron acompañados de sus padres llevando sus vasos. Esa fue la indicación y el único requisito que puso Caralampio. Es para cuidar el medio ambiente, dice.

La gente vio con buenos ojos la acción altruista de Caralampio. Lo hace el Día de la Madre, el día del Padre, el día del Niño, el Día de Reyes. Lo hace en Navidad. Da lo que tiene. El árbol por sus frutos se conoce y Caralampio es un hombre de buen corazón.

Cerca de allí, en la Colonia Arroyo Grande, otra persona se dedica a regalar, no juguetes ni dulces, no pastel, pero sí útiles: Loncheras para niños y niñas que van a la escuela. Les da a elegir y luego les entrega algunas golosinas.

Ella no pide ser fotografiada, la foto la toma alguien que se percata de la buena acción. No salió de ella el recurso. Estas loncheras fueron obsequios de una diputada federal chiapaneca (no es Sasil) que tampoco pide dar su nombre, ni siquiera el partido político al que pertenece. Hay anonimato total, eso es amor, eso es desinterés, no se buscan los aplausos, ni reflectores, ni el reconocimiento humano. Solamente será por amor.

Bien por esas manos que se abrieron, bien por esos corazones henchidos de amor y de bondad. Bien por los niños y las niñas que hoy fueron celebrados, consentidos, agasajados.

Ojalá hubieran más 30 de abril. Y que los niños y las niñas no sufran maltrato, discriminación, abusos como ocurre lamentablemente en el resto del año.