SAN FERNANDO / Ancianitos sobreviven de milagro

Solos, sin familia ni ayuda, con más de 90 años pasan hambre, frío y enfermedad en una choza. Urge ayuda. 

La escena es conmovedora, sembraron amor, cuidado y protección para los suyos. Ahora los suyos los tienen en el olvido, en el abandono. Con más de 90 años, con varios achaques propios de la edad y una paupérrima situación en una galera a punto de caer, una pareja de ancianitos sobrevive y teme que en cualquier momento su existencia llegue al fin, víctima del frío, del hambre o de una enfermedad terminal. Hoy requieren la ayuda ciudadana, tú y yo podemos aportar un granito de ayuda... ellos lo agradecerán. 

Él se llama Isabel Jiménez González, ella, Flor de María Jiménez Sánchez. Tienen más de 90 años de edad y habitan una pequeña galera ubicada en la calle El Molino de la colonia Benito Juárez, municipio de San Fernando, Chiapas. 

La situación que enfrentan es muy complicada, carentes de todo tipo de ayuda, con exiguos recursos a veces no hay ni para comer, menos para comprar medicinas. Con las pocas fuerzas que le quedan, don Isabel se levanta de la "cama". Está demasiado delgado, tiene pocas energías, pero va en busca de unas leñitas. Las trae y las coloca al centro de su pequeña choza. Doña Florecida enciende el fuego para que así se calienten un poco. El clima ha estado bastante frío en San Fernando. 

Luego de hacer el fuego, don Isabel se acuesta un momento y se tapa con una cobija. Doña Florecida se sienta a un lado del fuego que dura poco. Esta situación les trae otro riesgo: encender fuego dentro de la vivienda repercute en su salud ya bastante dañada. El humo es nocivo. 

Don Isabel se acuesta en la pequeña colchoneta tirada sobre el piso de tierra de la galera. Los agujeros en el techo y la pared apenas cubierta por algunas lonas viejas permite el paso del viento frío que cala los huesos por las noches y madrugadas a los ancianitos. Los dos tienen pañuelos amarrados en su cabeza porque se sienten mareados y débiles. 

Doña Florecita mira hacia la única puerta de acceso a su choza. Una niña se acerca, los observa de lejos, les sonríe y se retira. Doña Florecita sigue mirando hacia la puerta, en espera de que alguien de buen corazón llegue con ayuda. Don Isabel se pone a dormir y a soñar también con que alguien les lleve ayuda. 

Una persona cercana a ellos, conmovido por esta situación, nos hizo llegar la imagen de la pareja y nos contó la situación que enfrentan y su gran necesidad. Esta persona de nombre Marcos Mancilla nos comparte su número de teléfono y un número de cuenta para que usted pueda canalizar la ayuda para Isabel y Flor. Si usted gusta personalmente puede acudir a la dirección proporcionada en la colonia Benito Juárez de San Fernando. Cualquiera les dará razón en dónde viven. Gracias por ayudar.