El taxi terminó con la parte delantera destrozada y el chofer con la barbilla partida. Es que el chafirete se durmió al volante mientras circulaba a 70 kilómetros por hora y se subió al camellón central. La unidad de transporte público se estrelló contra un árbol.
Esdras Hernández no supo qué pasó. Cree que se durmió, pero también pudo haber perdido el conocimiento. “No me acuerdo de nada. Cuando desperté ya estaba golpeado”, dijo.
El taxi marca Nissan tipo Tsuru, con número económico 1406 y placas 5304-BHG, circulaba de oriente a poniente sobre el libramiento Sur de Tuxtla Gutiérrez.
Faltando unos 100 metros para llegar al monumento de la solidaridad (Antorcha), la unidad trepó al camellón central. Y se estrelló contra un árbol seco, pero grueso.
Esdras despertó sobresaltado y herido. Tenía un golpe en la quijada. Estaba sangrando.
Al lugar arribaron peritos de Tránsito Municipal que ayudaron al chafirete a salir. Pidieron una ambulancia. Arribó la unidad número 265 de la Cruz Roja Mexicana.
Esdras estaba preocupado por su taxi, no por su lesión. Es que él solo es trabajador y su patrón podría enojarse. Además deberá pagar el cuantioso daño material.
El patrón llegó y tras cerciorarse que su asalariado estuviera bien, fue a ver su taxi que ya era subido a la grúa.
En pocos minutos la vía volvió a la normalidad. Cada uno se fue a lo suyo.
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