La inflación va más rápido que el alza al sueldo. El gas LP, por ejemplo, ha subido 57 pesos en los últimos tres meses en un cilindro de 30 kilos. Esto obliga a que cada vez más amas de casa cocinen con leña, en la capital chiapaneca, aunque ello implique un riesgo para su salud y la de su familia.
Cuatro mujeres miran la leña apilada afuera de su casa. Ya está acabando. Las cuatro mujeres no pueden cocinar adentro de la casa porque está por caer, pero también porque no hay dinero para el gas.
Elizabeth, la única mujer que sostiene la familia, está sin trabajar tras ser operada. Así Mercedes, de 88 años, con sus tres hijas, se ven obligadas a cocinar con leña. Y el humo sube con su mensaje de pobreza en la avenida Cintalapa y calle Grijalva de la colonia 24 de Junio.
Al otro lado de la ciudad, en la colonia Cerro Hueco, Constantina, de 61 años, alista la comida para su esposo Javier, de 74 años.
Cocina con leña porque el gas está muy caro. La nota de la ultima compra (hace tres meses) dice que le costó 520 pesos el tanque con 30 kilos del combustible.
Ahora, el costo exhibido en los camiones repartidores es de 577 pesos. Es decir hubo un incremento de 57 pesos en tres meses.
“Si compramos el gas ya no queda para la comida. Y ni así nos alcanza, porque mi esposo cobra 500 pesos mensuales de su apoyo y no tiene otro ingreso”, dice la sexagenaria.
En la zona aledaña. otras familias hacen lo mismo, porque sobreviven con el salario mínimo y no se pueden dar el “lujo” de comprar gas.
Entrevistadas las personas que cocinan con leña, dijeron estar conscientes de que el humo de la leña es nocivo para la salud y la de su familia.
“Pero qué le vamos hacer”, dijeron resignadas.
Por ello, la mayoría busca un sitio afuera de la casa, para que el humo se disperse en el ambiente y no se vaya a los pulmones de los moradores.
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