PERSONAJE / Pedro tiene la llave de la felicidad

• Conduce el taxi 0001, el primero en prestar el servicio regular en la capital chiapaneca. Siente la presión de sacar la cuenta del patrón, pero no se estresa… sonríe optimista en todo momento.

Su sonrisa es un rayo de sol que atraviesa las nubes de la incertidumbre. No tiene aún la cuenta del patrón, pero confía en que la tendrá más tarde y podrá llevar a casa el sustento para su familia. Pedro conduce día y noche el primer taxi de la capital chiapaneca, el 0001. Es un chofer confiable, en un transporte seguro. Pedro sabe ser feliz a pesar de la adversidad.

La luz roja del semáforo ubicado en la Avenida Central y 3a Poniente de Tuxtla Gutiérrez se enciende. Entre los autos que se detienen llama la atención el taxi marca Nissan tipo Tsuru, con número económico 0001.

El reportero corre para entrevistar al chofer. Tiene 30 segundos para ello.

El taxista sonríe al ver al comunicador correr hacia él, cree que es un pasajero. El día ha sido malo y no lleva pasajero a bordo. Luego la sonrisa aumenta al darse cuenta que es grabado con el celular. Es un “reportaje exprés”.

Con una amplia sonrisa dice que “se siente bien bonito manejar el taxi número 0001”. Dice llamarse Pedro Díaz Sántiz.

Ante la pregunta “¿es usted el dueño?”, el taxista vuelve a sonreír. “No, soy trabajador”, asegura.

Dice que aún no lleva la cuenta del patrón. “Ahí vamos, poco a poco. Hay que buscarle”, agrega con una radiante sonrisa.

Pedro es jefe de familia. Tiene esposa e hijos que esperan lleve el sustento diario. A veces el taxista lleva 300 pesos luego de una jornada de 12 horas de trabajo, pero otras veces apenas le queda 50 pesos.

Es que el “pirataje” les ha pegado fuerte en el bolsillo de los concesionarios y asalariados del volante. Con sumo esfuerzo logra llenar el tanque de combustible.

Por eso es que en diciembre pasado hubo una manifestación de concesionarios y permisionarios de 

la capital chiapaneca.

Esa vez, unas dos mil unidades coparon las calles de la ciudad capital y algunos choferes retuvieron unidades “piratas” y las vandalizaron.

Pedro no estuvo entre ellos. Pero al oír la palabra “pirata” se pone serio y dice: “A los piratas los vamos a quemar”. Pero la frase es seguida por una gran sonrisa. Pedro está bromeando.

Aunque la realidad del pirataje le pega a su bolsillo y lo resiente su familia, Pedro no sería capaz de agredir a un compañero ni a la unidad. Sabe conformarse con lo poco  que gana.

Quizá por eso es que la unidad con placas 6232-BHG, económico 0001, que presta el servicio con el número 49 al sitio de radio taxi Monte Real, luce impecable. No tiene ni un rasguño.

Es que Pedro maneja con prudencia, no corre, no da vueltas en “U”, no se pasa los altos del semáforo, no circula en sentido contrario, no excede los límites de velocidad, no choca, no atropella. Pedro es un chofer certificado y confiable.

Por eso el taxi 0001 fue el primero en formar parte del proyecto “Tuxis, taxi seguro”.

El semáforo cambia al verde. Los autos avanzan y el taxi 0001 se aleja. Pedro mantiene la sonrisa mientras conduce y espera que alguien le haga la parada.

Sabe que además de él hay otros tres mil 599 taxis regulares. Sabe que hay unos dos mil 500 “piratas” más. Sabe que la competencia leal o desleal implica presión, pero se sobrepone con el pensamiento de que “para todos da Dios”.

Y así aliviana la carga del afán y el estrés. Pedro tiene la llave de la felicidad.