ARROYO GRANDE / Se levantó cuando lo dieron por muerto… pero a la tercera fue la vencida

“El Chino” le pegó el susto de su vida a propios y extraños, cuando luego de un mes en coma y tras haber sido dado por muerto, salió caminando del hospital. Tuvo otra crisis convulsiva en la calle. “La tercera será la vencida dijeron vecinos”. Y así fue. Ahora los de el “escuadrón de la muerte” de la colonia viven atemorizados, porque creen que su amigo  vendrá por ellos.

“El Chino” era muy buen mecánico. El mejor de la zona. “Arreglaba como nadie cualquier falla de todo tipo de autos. Pero nunca pudo hallar el fallo en su relación familiar que terminó por acabar con su hogar y… su vida”, dice la mujer que conoció durante décadas al galeno de los coches.

Luego de tener un hogar envidiable, “El Chino” fue cayendo a un pozo sin fondo. Se refugió en el alcohol, como muchos, creyendo que él lo controlaba. Pensó que podría parar cuando así lo quisiera. Se engañó.

Por embriagarse continuamente “El Chino” comenzó a dejar de trabajar. Y el hogar se resquebrajó.

“El Chino” se quedó solo en casa, sobre la calle Rebombeo de la colonia Paseos del Bosque.

Al verse solo, la depresión lo hundió más en el alcoholismo, hasta verse reducido al nivel de un indigente.

El ex mecánico buscaba calor humano con sus compañeros de calle, en la esquina de la calle Aceituna y Avenida Palmar 2 de la colonia Arroyo Grande.

Al amparo del alcohol “El Chino” mitigaba sus penas, pero pasado el efecto del enervante la realidad le dolía aún más.

Una noche el  ex mecánico se puso mal. Fue internado. Cayó en coma. Durante varios días no reaccionó. Y un día los doctores dijeron a la familia que el hombre había fenecido.

Mientras los familiares buscaban carpa, sillas y todo para el sepelio, “El Chino” se levantó de la cama del Seguro Social donde estaba, en Tuxtla Gutiérrez. Se quitó los cables y salió caminando. Los doctores y enfermeras se asustaron, porque lo daban por muerto.

El hombre siguió acudiendo a la misma esquina, con los mismos amigos y por el mismo vicio. El dolor era mayor.

Hace una semana “El Chino” convulsionó y arrojó espuma por la boca mientras estaba bajo el enorme árbol de aceituna en la esquina de siempre.

Los vecinos llamaron al 911. Llegó la policía estatal y la ambulancia de Protección Civil Municipal. Tras ponerle un suero vitaminado, “El Chino” fue dejado en el mismo lugar.

Fue la segunda crisis grave. Los vecinos se rieron al ver que de nuevo el ex mecánico había ganado la batalla a la muerte.

Pero recordaron el viejo refrán y manifestaron su presagio: “la tercera será la vencida”.

Un hijo de “El Chino” radicado en La Concordia, vino por él. El oriundo de Jiquipilas fue llevado a la comunidad El Ámbar.  Y allí sobrevino la tercera crisis… y fue la vencida.

Esta mañana, enterados del final del ex mecánico, los indigentes de la esquina mostraron su temor. “Capaz y El Chino venga por nosotros”, dijeron con miedo.