Colonos avalaron el operativo desplegado para sancionar y remover a los camiones que ocupan desde hace décadas la vía pública. Son un peligro constante y motivo de que madres ya no quieran pasar por ahí por temor a los piropos obscenos de los camioneros.
La avenida Palmar 1 luce amplia, transitable. No se observa un solo camión de Volteo en el lugar. Es temprano como para pensar que ya todos vendieron su arena o grava.
En realidad los camioneros fueron amonestados a moverse para no ser infraccionados.
“Pero jefe, aquí no hay disco, están más allá”, diría en su momento un chofer al ver que el oficial batallaba para retirar la placa de su camión color rojo.
El agente no pudo retirar ni esa ni otras placas. Estaban remachadas. Pero dijo que iría por más herramienta y refuerzo. Y así fue.
Por ello al ver la seriedad del asunto los camioneros huyeron. La historia se ha repetido en el pasado. Pero reinciden.
Fueron colonos de Los Olivos y Arroyo Grande quienes pidieron la colocación de los señalamientos prohibitivos, porque los camiones cargados son nocivos en todos los sentidos.
“El pavimento se hunde por el peso. Sobre la calle Aceituna, de terracería, pasan o se estacionan y han roto varias tomas de agua potable”, dijo Esmeralda “N”.
“Pero lo ideal sería que se fueran de aquí, porque son groseros”, añadió Rosario. Es que, aseguran, los camioneros molestan a las mujeres que transitan a diario por ahí.
Hoy los colonos aplaudieron el operativo desplegado. Las mujeres caminaron tranquilas.
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Comprometidos con la verdad, listos para ser oídos, ojos y boca de la sociedad. Espacio para señalar lo malo y reconocer lo bueno.
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