CAMPO / Frailesca puede volver a ser el granero de México

Las 20 mil 500 hectáreas cultivadas con maíz en Villaflores tienen  problemas de compactación, pero al aplicarse las tecnologías aumentarían la producción en 34 mil 850 toneladas al año. El método del INIFAP permite al cultivo ser resistente a la sequía.

La sequía presente hace estragos en diversos cultivos, no así en los campos de la Frailesca donde aplicaron el novedoso proyecto de Agricultura de Conservación que fomenta el INIFAP. Las 20 mil 500 hectáreas cultivadas con maíz en Villaflores tienen problemas de compactación, pero al aplicarse las tecnologías aumentarían la producción en 34 mil 850 toneladas al año.

Actualmente, la producción de maíz en la Frailesca oscila en los  71 mil 750 toneladas anuales. Con la tecnología aplicada subiría a 106 mil 600 hectáreas cada año.

Walter López Báez, maestro en ciencias e investigador del INIFAP, realizó un recorrido este 12 de agosto en el ejido Nuevo México, municipio de Villaflores. Lo que observó le preocupó y motivó a trabajar más en el proyecto.

El equipo integrado por productores, investigadores del INIFAP, representantes de The Nature Conservancy y MasAgro evaluó los daños ocasionados por la sequía que se presentó durante todos el mes de julio e inicio de agosto, con una duración de 40 días.

Observaron daños severos por la falta de humedad en las parcelas donde los productores siguen practicando la quema del rastrojo y el suelo tiene problemas de compactación. En estas condiciones la infiltración del agua es limitada y se pierde rápidamente por la evaporación, ya que el suelo no tiene ninguna protección contra la pérdida de agua. Las siembras que se realizaron a inicios del mes de junio prácticamente se perdieron por las afectaciones, dijo López Báez.

En cambio, agregó, en las parcelas donde los productores han incorporado las tecnologías recomendadas por el INIFAP, como son el subsoleo, cero labranza, no quema de rastrojos y siembra de cultivos de cobertera como la Canavalia, el cultivo de maíz se desarrolló adecuadamente a pesar de la fuerte sequía que se presentó.

El investigador del INIFAP y responsable del proyecto de Agricultura de Conservación, explicó que estas tecnologías, ademas de mejorar la fertilidad de los suelos, funcionan como un seguro para los productores cuando se presentan fuertes períodos de sequía como el ocurrido este año.

Señaló que en las muestras de suelos tomadas durante el período de sequía, estos cultivos tenían humedad suficiente hasta los 50 cm de profundidad, en comparación con los suelos manejos tradicionalmente que prácticamente estaban secos. Por esta razón el cultivo no fue afectado en los campos donde se aplicaron los métodos del INIFAP.

Cabe señalar que las tecnologías generadas por el INIFAP fueron evaluadas positivamente por 16 productores del ejido Nuevo México que las aplicaron en 28 hectáreas en el año 2016, en las cuales los rendimientos aumentaron en promedio más de 1.7 toneladas por hectárea.

Finalmente Walter López dijo que en Villaflores existen alrededor de 20 mil 500 hectáreas cultivadas con maíz,  con problemas de compactación, en la cuales al aplicarse las tecnologías aumentarían la producción en 34 mil 850 toneladas anualmente.

Cabe destacar que actualmente la producción es de 3.5 toneladas por hectárea. Con la tecnología aplicada subiría 1.7 toneladas; es decir, la cosecha sería de 5.2 toneladas por hectárea.