EDUCACIÓN / Regreso incierto a clases

• Entre aulas improvisadas con plástico y sábanas, sin mobiliario y respirando fétidos olores de un arroyo contaminado, 190 alumnos de la a escuela primaria Salvador Urbina vuelven a clases de 8 a 11 horas. La reconstrucción se detuvo por falta de recursos.

La matrícula de la escuela primaria Salvador Urbina, en la colonia Paseos del Bosque, bajó de 270 a 190, por culpa de la reconstrucción detenida. Incluso los profesores están emigrando. Demolieron el edificio dañado por el sismo pasado y no tienen salones. Apenas este lunes regresarán a clases, en aulas improvisadas con retazos de lonas y plásticos, junto a un arroyo fétido. No tienen mobiliario.

Diana Gisela Méndez Pérez se endereza y atiende al reportero. Estaba pintando los mesabancos de color verde esperanza. “Se ven bonitos, pero por dentro están todo picados”, dice sonriendo, pero con mueca de tristeza. El olor a thiner combatirá la pestilente fragancia emitida del arroyo cercano.

Diana dice que la directora Aída Ramírez Escobar les mintió.  “Dijo que la escuela estaría en 15 días y que se pagara la cuota de 300 pesos, que en este ciclo nos pasaríamos al nuevo edificio”. No se cumplió. Es más el avance es nulo a cuatro meses de la reconstrucción.

Héctor Ramírez Guillén, sub director y encargado de la escuela citada, dijo que la directora está incapacitada. “Creo que está huyendo para no dar la cara por haber mentido”, dijo Diana.

Ramírez Guillén lamentó que se haya detenido la obra “porque no hay recursos; eso dicen los encargados”, dijo. Preocupado informó que los niños están huyendo. “Bajó la matrícula de  270 el año pasado a 190 este año,  incluso un profesor pidió su cambio”. Si siguen así la escuela puede desaparecer.

“Que el gobierno atiende nuestra  urgente necesidad.  Por lo pronto requerimos el mobiliario”, subrayó.

César Octavio Cruz Cruz, tesorero del Comité de Padres de Familia de la escuela mencionada, dijo que han ido al Inifech, a la Sech, y esperan respuestas. “Sobre todo urge el mobiliario y la construcción”.

Lamentó la apatía de algunos padres que por dar su cuota de 30 pesos ya no quieren cooperar adicionalmente ni dar su tiempo para armar las aulas improvisadas. “Son como cuatro de cada salón los mismos de siempre que jalan”, dijo.

Al respecto, Diana Gisela urgió a una junta para que el Comité informe el destino de los recursos, porque además de los 300 pesos de la cuota, les piden 35 pesos por padre y su tiempo para ayudar.

Entre dimes y diretes se espera que este lunes 27 de agosto regresen a clases en la escuela primaria Salvador Urbina. El horario será de 8 a 11 de la mañana. El atraso académico es notorio. Difícilmente recuperarán  lo perdido, dijeron maestros.