TUXTLA / Calzada de las Personas “Olvidadas”

• Bustos robados, lámparas fundidas, baños cerrados, locales comerciales usados para defecar o sostener relaciones sexuales, dementes y drogadictos en la oscuridad y ni un solo policía, hacen de la Calzada de las Personas Ilustres, un sitio solitario…

Poca luz y muchas sombras, literales, en la Calzada de las Personas Ilustres, son fiel reflejo del gobierno municipal actual que toca a su fin en cuatro días. El espacio que fue reinagurado en mayo del 2017, cambió de nombre en diciembre del año pasado, pero no se modificó el problema que  arrastró por décadas. Hoy este lugar bien se puede llamar “Calzada del Olvido”.

Una pareja de enamorados llegó a la Calzada de las Personas Ilustres. Eligieron la noche por ser más romántica. El joven pasó de día y creyó que de noche podría sorprender a su amada con el sitio mágico. Y el sorprendido fue él.

Al inicio del recorrido todo parecía bien: en el foro hundido unos payasos sin gracia hacían reír entre luces multicolores a unas 30 personas.

El problema comenzó cuando avanzaron y se internaron en el espacio oscuro. Todas las luminarias del lado derecho estaban fundidas. Un hombre que padece de sus facultades metales salió de entre los árboles y comenzó a acosarlos. La pareja corrió.

Se fueron al otro extremo más iluminado. Allí admiraron las luces que simulan lluvia, varios de las cuales se han fundido. Al acercarse a los bustos de los hombres ilustres, ninguna lampara servía. Es más, habían desaparecido dos de ellos. Se los robaron.

La joven quiso ir al baño y estaba cerrado. Al acercarse a los locales que fueron construidos para giros comerciales, dos estaban cerrados y dos abiertos. Todos sin ventanas, ya robadas.  De uno de ellos salió corriendo un joven que se estaba drogando.

El olor a excremento y orina humana casi hizo vomitar a la pareja de enamorados. Ropa interior abandonada en uno de los espacios evidencia que en el lugar algunos sostienen relaciones sexuales.

Los módulos de lectura que fueron creados supuestamente con dos mil 500 libros, lucen cerrados con cadenas. Nunca los abren. El sitio luce con botellas de cerveza.

En el parque de juegos de luces, apenas encienden dos postes. Los demás están inservibles. Las letras gigantes que dicen “Tuxtla” al inicio de la calzada, lucen en la oscuridad. Debería decir olvido.

Los 400 metros del pasillo que se esperaba, fuera un recorrido agradable y para incentivar la cultura, se han convertido en una auténtica pesadilla. Poca luz y ni un solo policía. Es la Calzada de las Personas Olvidada