VALLE DORADO / El “hilo de oro” de la existencia, se rompió

• Un joven perdió la vida, colgado dentro de la casa número 226, en la calle Oro.

Un joven fue encontrado sin vida al interior de una casa, en el fraccionamiento Valle Dorado. Paramédicos que acudieron al lugar dieron la fatídica noticia a los familiares. El cuerpo sin vida fue llevado al Semefo para la necropsia de rigor.

La casa marcada con el número 226, sobre la calle Oro, en el fraccionamiento Valle Dorado, es de reciente construcción. Se encuentra en lo alto del lado norte poniente de la capital chiapaneca. En el balcón hay dos sillas. A su lado, una casa nueva, está en venta con un costo de un millón 800 mil pesos. Las demás están en renta. Muy pocas son habitadas.

El lugar es de reciente creación y por eso ni siquiera figura en el buscador vía satelital. Por eso los paramédicos y policías demoraron en llegar.

Enfrente de la casa 226, un terreno baldío con escombros y monte, da un aspecto triste al ambiente, el mismo que el joven que vivía allí contemplaba quizá por las noches.

Ahora la casa estaba rodeada por patrullas y personas, acordonada limitadamente por una corta cinta plástica. “No podemos entrar”, decían los familiares. Así lo dispusieron los policías para preservar cualquier indicio que permita esclarecer la muerte del muchacho.

La ambulancia PCA-05 de Protección Civil Municipal se había marchado ya. Los paramédicos, tras valorar al joven de 1.70 metros de altura, de tez blanca,  cabello castaño claro, descalzo, con pantalón de mezclilla azul y playera naranja, determinaron que estaba sin signos vitales, tras ser hallado suspendido de una soga al interior de la casa referida.

Tras encontrar al joven pendiendo, quien hizo el macabro descubrimiento perdió tiempo buscando doctores en el fraccionamiento. “No había ni uno solo”, y finalmente llamaron al 911, según comentaron vecinos.

Ahora la patrulla PC-574 de la Policía Municipal (primeros respondientes) se encontraba frente a la casa con el número 226, cubriendo la entrada.

Los elementos se entrevistaron con Adriana García Moreno, de 59 años, quien dio los datos. No es familiar del joven. Lo dicen los apellidos y el llanto ausente. Sin embargo otra mujer no cesaba de llorar al  hablar por teléfono y decir que Héctor había  muerto. Al parecer ésta era la madre o un familiar cercano.

Héctor, de 16 años de edad, estudiaba en el Tec de Monterrey. Vecinos no entienden qué pasó, si aparentemente tenía todo a su favor. “Seguro fue una decepción amorosa”, comentaban, dando por hecho que fue un suicidio. Sin embargo serán las investigaciones y la autopsia los que revelen la verdad.

La unidad marca Toyota, de Servicios Periciales de la Fiscalía General del Estado, al mando de Eduardo Hipólito Aguilar Pérez, arribó al lugar.

Los elementos ingresaron al domicilio, tomaron fotos, y posteriormente procedieron a levantar el cadáver y lo trasladaron al Servicio Médico Forense, donde se le practicará la necropsia de rigor.