TUXTLA-COPOYA / Mal conductor acaba con noche romántica de novios

• Un principiante automovilista, que quiso ayudar a sus amigos, los afectó al salirse del camino con el coche que manejaba la noche de este sábado.

Lo que parecía una noche romántica terminó con aflicción de espíritu para un joven que paseaba a lado de su novia, luego que el auto que vendería, se salió del camino. Quien conducía el coche, un supuesto amigo, huyó del lugar.

Luego de una cena agradable y de contemplar la capital chiapaneca desde el mirador de Copoya, el joven regresaba a casa acompañado de su amada novia. Era la noche de este sábado.

El enamorado muchacho había conducido de ida, pero de regreso, fue su amigo quien decidió conducir. El dueño del auto insistió en que conduciría él, pero  su acompañante insistió hasta convencerlo.

“Tú debes disfrutar la noche, abraza y acaricia a tu novia, que yo me haré cargo de la conducción”, le dijo quien parecía muy seguro de saber manejar el vehículo.

Sin estar del todo convencido, el joven dueño del auto marca Volkswagen, tipo Jetta, color rojo, se pasó al sillón trasero con su novia.

El auto comenzó a descender. Al principio despacio, como si el conductor estuviera agarrando confianza. Pero tras pasar la virgencita, en la carretera Copoya -Tuxtla, el auto comenzó a correr más de lo normal.

El dueño del Jetta suspendió sus artes amatorias y reprendió a su amigo, para que disminuyera la velocidad. El llamado de atención llegó segundos antes del percance, justo cuando salían de la curva y tomaban la recta a la altura de la clínica San Lucas.

De frente avanzaba otro carro veloz, que casi chocaba contra el Jetta. Asustado, el joven y neófito conductor, reaccionó y viró el volante a la derecha. La llanta delantera derecha trepó a la guarnición, luego la izquierda. El auto avanzó, chocó contra un pequeño árbol y giró 180 grados. Por fortuna no volcó.

El conductor huyó del lugar, dejando a la pareja de novios  angustiados, sin saber qué hacer. Automovilistas que pasaron por el lugar, en vez de ayudar los jóvenes enamorados, llamaron al 911.

Al lugar arribó la patrulla PCC-135 de Tránsito Municipal, cuyo perito solicitó una grúa. Al ver que el auto accidentado no tenía ambas placas, ni un permiso provisional de circulación, comenzó la presión para el ya de por sí atribulado joven.

“Es que le acabo de dar de baja mis placas, porque lo voy a vender. Pero tengo mis papeles”, le dijo al  agente de Tránsito el dueño del Jetta.

La novia estuvo en todo momento con su amado, mostrando solidaridad en las buenas y en las malas.